Las esferas de Navidad son detalles esenciales de esta época, pues le agregan magia a la temporada. ¿Qué tal descubrir cómo se lleva a cabo este proceso?
Chignahuapan es uno de los municipios de Puebla que se convirtió en pueblo mágico, debido a las tradiciones y los lugares emblemáticos de este lugar. Se trata de una zona boscosa donde se encuentran aproximadamente 200 talleres dedicados a la producción de esferas Navideñas.
La fabricación de artesanías inició el siglo pasado a cargo del Sr. Rafael Méndez. Su iniciativa de crear un primer taller dedicado a esta actividad dio como resultado toda una tradición.
La elaboración de las esferas implica demasiada atención y delicadeza. En tan solo 30 segundos, por medio de sopletes se va dando forma al vidrio.
Aquellas esferas que tienen figuras especiales o son más grandes es necesario tener mayor cuidado durante su elaboración. Posteriormente se dejan enfriar las esferas y decorarlas.
Este paso es de suma importancia porque implica la creatividad pictórica del artesano. Para ello se utilizan pinturas, óleos y diamantinas de forma cuidadosa, sobretodo en aquellas esferas más elaboradas.
Los toques finales consisten en la coloración de los ganchos y el empaquetado. Su distribución llega no sólo a los demás estados de la República Mexicana sino también a Estados Unidos y diversos países de Europa.