Alguna vez México fue más grande que Estados Unidos en territorio, eso nos cuentan los libros de historia y los documentos históricos que ilustran la antigua división geopolítica de las naciones de Norte América. Sabemos que en aquella época no se trataba del territorio mexicano, sino del territorio del Reino de la Nueva España.
Años antes del inicio de la Guerra de Independencia en México, el país tenía una extensión territorial de 4 925 283 km² y se componía de 24 provincias y la capital del imperio. Tan sólo para darnos una idea, actualmente el territorio nacional es de 1 964 375 km².
Sorprendente que alguna vez el territorio fuera casi tres veces más grande de lo que actualmente conocemos, y esto se debe a que no sólo parte occidente de Estados Unidos, sino también toda la región de Centroamérica pertenecía al antiguo imperio de la Nueva España, posterior a la Independencia, al Imperio Mexicano.
Para resumir datos históricos, los acontecimientos que hicieron perder gran parte del territorio nacional fueron:
La separación de las cinco provincias integrantes de la Capitanía General de Guatemala (Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica) al finalizar el Imperio en 1823.
La independencia de Texas en 1836. Y la pérdida de más de la mitad de territorio nacional, luego de la invasión de Estados Unidos (los actuales estados de California, Arizona, Nuevo México, Nevada y Utah, y porciones de Colorado, Oklahoma, Kansas y Wyoming) en 1848.
Ahora tan sólo existe en nuestra memoria histórica lo que alguna vez fue territorio mexicano, un territorio que en la fantasía colectiva soñamos con recuperar.
Esto es tan sólo un poco de cultura general para conocer datos históricos y geográficos importantes de nuestro país.