Tadej Pogacar se enfrentó a numerosos rivales en Il Lombardía, pero su mayor adversario sigue siendo el peso de la historia. Cada vez más, compite contra su propia leyenda. El pasado sábado, Pogacar ganó nuevamente Il Lombardía con un ataque lejano, cerrando de manera brillante lo que muchos consideran su mejor temporada. Con su triunfo, luciendo el maillot arcoíris que obtuvo en Suiza, celebró su cuarta victoria consecutiva en Il Lombardía, alcanzando su 25° victoria del año y su séptimo Monumento. Así, igualó la hazaña de Fausto Coppi en 1949, quien también ganó cuatro veces seguidas y fue el primer ciclista en conquistar dos grandes vueltas, un Mundial y dos Monumentos en la misma temporada.
Aunque aún está lejos de los 19 Monumentos de Eddy Merckx, Pogacar tiene el tiempo y el talento para lograr lo que se proponga. Entre sus próximos objetivos destacan tres retos claros: ganar la Vuelta a España, Milán-Sanremo y París-Roubaix. Pogacar ya ha ganado casi todas las carreras que ha disputado este año, con excepciones como San Remo, donde subió al podio, y el GP de Québec, donde terminó séptimo en una competencia previa al Mundial.
Con tan solo 26 años, Pogacar mira hacia nuevos desafíos. Se espera que intente conquistar la Vuelta y San Remo en 2025, dejando a Roubaix para más adelante, ya que requiere una preparación específica. Otro objetivo a largo plazo son los Juegos Olímpicos, una meta que aún no ha alcanzado, pero podría considerarse en el futuro.
Pogacar también ha admitido que ha considerado competir en las tres grandes vueltas (Giro, Tour y Vuelta) en un mismo año. Aunque reconoce la dificultad de ese reto, no descarta intentarlo en el futuro, asegurando que planificar correctamente la temporada sería clave. Su ambición no tiene límites.