Con apenas 25 años, Tadej Pogacar ha dejado una huella imborrable en el ciclismo mundial. Ganar el Tour de Francia es el sueño de cualquier niño aficionado al ciclismo, y el propio Pogacar ha cumplido esa hazaña en tres ocasiones. Sin embargo, en una reciente entrevista con CNN, el esloveno confesó que, aunque aún tiene la posibilidad de alcanzar los cinco Tours de Francia, esa ya no es su principal meta.

“He ganado tres Tours y tal vez me queden diez años más de carrera. Las posibilidades de ganar cinco siguen siendo buenas, pero ese no es el objetivo que quiero”, señaló Pogacar, quien ahora está enfocado en escribir su propia historia lejos de comparaciones con leyendas como Eddy Merckx.

La ambición de Pogacar: las tres grandes y las cinco clásicas

Pogacar no solo quiere ser recordado por sus victorias en el Tour. Su ambición va más allá: quiere ganar las tres grandes vueltas (Tour de Francia, Giro de Italia, y La Vuelta) y las cinco grandes clásicas del ciclismo mundial. Hasta el momento, ya cuenta con tres Tours de Francia, un Giro de Italia, un Tour de Flandes, dos Lieja-Bastoña-Lieja y tres Giro de Lombardia. Pero aún le faltan tres grandes desafíos: La Vuelta a España, la Milán-San Remo y la París-Roubaix.

La Vuelta, su reto más alcanzable

De los tres objetivos pendientes, La Vuelta parece ser el más accesible para Pogacar. A pesar de que solo ha participado en la edición de 2019, donde quedó tercero con tan solo 20 años, el esloveno ha demostrado tener la capacidad para conquistar la ronda española. Si logra combinar el Tour de Francia con La Vuelta en una misma temporada, el doblete sería histórico para su carrera.

Milán-San Remo y París-Roubaix, el gran desafío

En las clásicas de un día, la Milán-San Remo ha sido uno de los retos más cercanos para Pogacar, donde ya ha alcanzado un tercer lugar. Sin embargo, la falta de dureza en el ascenso del Poggio de San Remo ha permitido a sus rivales contrarrestar sus ataques. A pesar de ello, Pogacar sigue siendo un firme candidato para esta carrera.

Por otro lado, la París-Roubaix se presenta como el reto más complicado para el esloveno. Esta carrera es conocida como el «infierno del norte» por sus difíciles tramos adoquinados, que suelen ser más favorables para ciclistas más pesados. La competencia aquí es feroz, con corredores como Van der Poel, Van Aert y Pedersen dominando la escena. Aún así, si alguien puede desafiar las probabilidades y vencer en Roubaix, ese es Pogacar.

Queda por ver si el ciclista esloveno logra sus objetivos y si puede alimentar el debate de quién es el mejor ciclista de la historia.