El gobierno federal canadiense anunció ayer que la frontera con los Estados Unidos quedará cerrada para cualquier persona que busque asilo, sea que ella ingrese por un punto de cruce regular o irregular. El tomar esta medida draconiana durante la pandemia global de COVID-19 es peligroso desde el punto de vista de la salud pública. Además, la decisión alienta la xenofobia ya creciente en un momento que demanda solidaridad global.
“La decisión gubernamental de cerrar la frontera a personas pidiendo asilo ignora las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y no forma parte de una buena gestión global de la pandemia,” dijo Dra. Nazila Bettache, miembra de la Colectiva Cuidando la Justicia Social “Al cerrar la frontera, personas que buscan asilo cruzarán por medios menos controlados. Carecerán de acceso a información importante o a medidas adecuadas de seguridad, como por ejemplo 14 días de cuarentena. Es una imperativa de salud pública mantener las fronteras abiertas para personas que buscan asilo,” añadió.
Alrededor del mundo, individuxs y familias dejan sus hogares para escapar conflicto militares, opresión política, y los efectos del extractivismo y el cambio climático. Recalcamos que con frecuencia tanto el estado canadiense como compañías privadas del mismo país se ven directamente implicados en la destrucción del medio ambiente y de los modos de vida en los países de los que hoy salen personas buscando asilo. El Acuerdo de Tercer País Seguro ya ha obligado a refugiados a cruzar la frontera irregularmente. El cierre Roxham Road y otros puntos de entrada únicamente quiere decir que las personas queriendo cruzar lo harán en otros lugares aún más peligrosos.
“En estos tiempos de pandemia y crisis global, debemos darle prioridad a la solidaridad más que a la xenofobia y la represión. El COVID-19 no debe ser utilizado para justificar negarle el ingreso a migrantes que buscan un refugio seguro en Canadá,” dijo Noé Arteaga Santos de Solidaridad Sin Fronteras. “Pedimos la apertura de las fronteras, ciudadanía plena y estatus migratorio para todas las personas en territorio canadiense: acceso igualitario la salud para todos, acceso completo a las medidas de apoyo al empleo para todos los trabajadores, sea cual sea su estatus migratorio, vivienda decente y segura para migrantes que necesiten aislamiento y cuarentena, y un fin inmediato y permanente a las detenciones y deportaciones.”
“Nadie escoger ser un refugiado,” dice Mohamed Barry del Comité Guineanos de la Colectiva Estatus Para Todxs. “El cierre de la frontera se basa en política, no ciencia. Desde ahora se puede ver que esta medida está siendo utilizada para ajustar los controles sobre las personas mientras que el flujo del capital queda sin restricciones. Los únicos inmigrantes que el gobierno canadiense quiere son los que pueden ser explotados y deportados fácilmente.”
“Todo el mundo tiene el derecho a emigrar, el derecho a resistir el desplazamiento forzoso, y el derecho a regresar a su tierra si así lo desea. Exigimos un estatus completo para todxs lxs migrantes dentro del estado canadiense, y ayuda mutua a una escala global, más allá de las fronteras coloniales,” aumentó Arteaga.