11 de Septiembre de 2024
El 11 de septiembre de 2001, Al-Qaeda perpetró uno de los atentados terroristas más importantes en la historia de EE. UU., secuestrando cuatro aviones que fueron estrellados contra las Torres Gemelas en Nueva York, el Pentágono en Virginia y un campo en Pensilvania, lo que resultó en la muerte de cerca de 3,000 personas.
A 23 años del ataque más letal en suelo estadounidense, tanto los sobrevivientes como el gobierno mantienen vivo el recuerdo de este trágico evento, que impulsó la implementación de severas políticas de seguridad. El secuestro fue llevado a cabo por 19 atacantes armados con cuchillos, permitidos en ese momento en los vuelos si la hoja no superaba los diez centímetros.
En el año 2000, los líderes de Al Qaeda seleccionaron a un grupo proveniente de países como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Líbano y Egipto. Una vez elegidos, fueron enviados a Estados Unidos para inscribirse en escuelas de aviación con el fin de prepararse para llevar a cabo su misión.
El 11 de septiembre de 2001, todos ellos abordaron cuatro vuelos poco después de las 7:00 a.m., y en el transcurso de una hora lograron impactar sus aviones contra las Torres Gemelas.
El vuelo 11 de American Airlines se estrelló contra la torre norte del World Trade Center a una velocidad de 790 km/h, causando una gran abertura entre los pisos 93 y 99, donde se desató un incendio. Una densa columna de humo comenzó a ascender desde los pisos superiores, afectando gravemente a las personas atrapadas en esa área.
Solo 15 minutos después, el vuelo 175 de United Airlines colisionó a 870 km/h entre los pisos 77 y 85 de la torre sur.
En ese momento, el presidente George W. Bush, quien estaba en una visita oficial a una escuela en Florida, fue informado de los ataques por su jefe de gabinete, quedando registrada su reacción de consternación y preocupación.
Tras confirmar que Estados Unidos estaba siendo atacado, a las 9:30 a.m. se tomó la decisión de cerrar el espacio aéreo del país. Sin embargo, solo diez minutos después, un tercer avión se estrelló contra la fachada oeste del Pentágono.
Aproximadamente a las 10:00 a.m., la torre sur del World Trade Center colapsó, después de haber estado en llamas durante más de 40 minutos. Treinta minutos más tarde, la torre norte también se desplomó.
En cuanto al vuelo 93 de United Airlines, que volaba de Newark a San Francisco, se estrelló en un campo en Shanksville, Pensilvania, con 44 personas a bordo, incluidos cuatro secuestradores. Esto ocurrió después de que los pasajeros, al enterarse de los otros ataques, intentaran recuperar el control del avión.
Una vez bajo control la situación, el presidente George W. Bush se dirigió a la nación desde el despacho oval de la Casa Blanca, calificando los ataques como «actos terroristas despreciables y malvados». Además, aseguró que Estados Unidos «no distinguiría entre los terroristas que perpetraron los ataques y quienes los protegen», comprometiéndose a perseguir a los responsables.
Las autoridades de Estados Unidos anunciaron este miércoles que han llegado a un acuerdo con Khalid Sheikh Mohammed, considerado el autor intelectual de los atentados del 11 de septiembre de 2001, y otros dos coacusados. Según informan diversos medios, el acuerdo incluye una declaración de culpabilidad que evitaría un juicio que podría conllevar la pena de muerte.
Estos acuerdos marcan un avance significativo en los casos de Mohammed y sus cómplices, los cuales han estado atascados durante años en procedimientos judiciales preliminares. Mientras tanto, los acusados han permanecido detenidos en la base militar estadounidense de Guantánamo, en Cuba.
Un comunicado del Pentágono informó que los detalles del acuerdo aún no serán revelados públicamente. Sin embargo, el New York Times señaló que Khalid Sheikh Mohammed, junto con Walid bin Attash y Mustafa Al Hawsawi, habrían aceptado declararse culpables de conspiración a cambio de evitar la pena de muerte, recibiendo en su lugar una sentencia de cadena perpetua.
El año pasado, los fiscales ya habían planteado esta propuesta en una carta, lo que generó divisiones entre las familias de las casi 3,000 víctimas del 11-S. Algunas de ellas aún abogan por que los acusados enfrenten la pena capital, mientras que otras consideran suficiente una condena a cadena perpetua.
La mayoría de las controversias legales en torno a estos casos giraban en torno a si los acusados podían recibir un juicio justo después de haber sido sometidos a torturas sistemáticas por la CIA tras los ataques del 11 de septiembre. Los acuerdos de culpabilidad ayudan a evitar este tema complejo.
Mohammed era considerado uno de los lugartenientes más confiables e inteligentes de Osama bin Laden, líder de Al Qaeda, antes de ser capturado en Pakistán en marzo de 2003. Pasó tres años en prisiones secretas de la CIA antes de ser trasladado a la base militar de Guantánamo en 2006.
Este ingeniero, que ha afirmado haber diseñado los atentados del 11-S «de la A a la Z», ha sido acusado de involucrarse en varios complots significativos contra Estados Unidos, país donde también cursó estudios universitarios.
Además de ser el principal arquitecto detrás de los ataques que destruyeron las Torres Gemelas, Khalid Sheikh Mohammed ha declarado que él mismo ejecutó la decapitación del periodista estadounidense Daniel Pearl en 2002 con su «bendita mano derecha». También ha afirmado haber participado en el atentado contra el World Trade Center en 1993, que resultó en la muerte de seis personas.