Funcionarios y legisladores de Morena salen en defensa de Irma Eréndira Sandoval

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Secretarios de Estado, funcionarios federales, legisladores de Morena e incluso religiosos cercanos a la 4T cerraron filas en torno a Irma Eréndira Sandoval, titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), y a su esposo John Ackerman. En una serie de mensajes publicados simultáneamente en redes sociales, apoyaron a la pareja señalada en un reportaje presentado por Carlos Loret de Mola por acumular seis casas en nueve años.

Sin embargo, Sandoval también recibió críticas por un mensaje difundido a raíz del trabajo de Loret de Mola, en el cual la funcionaria federal afirma que no permitirá que “sicarios mediáticos” manchen su nombre ni el de su familia.

Edison Lanza, relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mostró su preocupación por esta expresión de Sandoval, al señalar que hablar de “sicarios mediáticos” en México es estigmatizar con términos “para nada felices”, en referencia a la delicada y peligrosa situación que viven los periodistas en el país.

“Los funcionarios públicos que ejercen gobierno están sometidos a un escrutinio mayor que el ciudadano común. Al rendir cuentas tienen un deber de cuidado. Hablar de ‘sicarios mediáticos’ en México es estigmatizar con términos para nada felices”, dijo Lanza en Twitter.

Responde Loret

Loret de Mola, autor del reportaje y columnista de Vanguardia, calificó como “nado sincronizado” el torrente de mensajes de apoyo a Sandoval y señaló que ante este cierre de filas lo único que exhiben es su debilidad, y que los insultos hacía él son debido a que no pueden desacreditar el reportaje realizado, por lo que el discurso anticorrupción del gobierno federal es “pura saliva”.

“Con su nado sincronizado exhiben su debilidad: insultan porque no pueden desacreditar nada del reportaje que presentamos. La secretaria Irma Eréndira Sandoval ya aceptó que el gobierno del DF le escrituró un terreno por el que solo pagó los trámites, ya aceptó que tiene las seis casas y que sorprendentemente las compró en nueve años con los sueldos de académicos de ella y de su esposo.

“El ‘ataque de Estado’ sin argumentos, pero con insultos, demuestra que el reportaje les pegó en la línea de flotación: el discurso anticorrupción que los llevó al poder es pura saliva”, comentó.

(Vanguardia)