Por su importante contribución a la sociedad, al salvar la vida de decenas de pacientes que sufrieron un infarto cerebral isquémico, dicha iniciativa reconoció con el Premio ESO Angels a 331 hospitales en diversos países de Europa.
En el marco de la Conferencia de la Organización Europea de Accidentes Cerebrovasculares 2019 (ESOC, por sus siglas en inglés) la Iniciativa Angels reconoció con el Premio ESO Angels a 331 hospitales de diversos países europeos que han conseguido grandes avances en el tratamiento de la Enfermedad Vascular Cerebral (EVC).
En el evento, realizado recientemente en Milán, Italia, este esfuerzo internacional, que busca optimizar la atención hospitalaria de la EVC, proporcionando herramientas y educación médica continua a los prestadores de servicios médicos, también celebró los resultados obtenidos a tres años de su puesta en marcha en Europa con la integración de una red de 1,500 hospitales habilitados para el tratamiento correcto y oportuno de esta condición de salud.
Desde 2016, la Iniciativa Angels surge como resultado de un esfuerzo internacional conjunto entre la European Stroke Organization (ESO), World Stroke Organisation (WSO) y la Stroke Alliance for Europe (SAFE), entre otras sociedades médicas y hospitalarias enfocadas en la atención de la EVC, la cual se divide en infarto isquémico agudo (cuando un coágulo obstruye el flujo sanguíneo que al cerebro) y hemorrágico (cuando un vaso se rompe dentro del cerebro ocasionando un sangrado) [1],[2].
Según Valeria Caso, ex Presidenta de la ESO, “el infarto isquémico agudo es una de las principales causas de discapacidad y muerte en el mundo, tan es así que cada 2 segundos se diagnostica un nuevo caso[3] y se estima que 1 de cada 4 personas la padecerá en algún momento de su vida[4]. Y es que sufrir un evento de esta naturaleza es una de las emergencias médicas más devastadoras que alguien puede experimentar: cada año, 15 millones de personas en todo el mundo padecen una EVC, de las cuales un tercio de éstas muere como consecuencia y otro tanto queda con alguna discapacidad permanente[5],[6].
Por ello, la profesora Caso recalcó el rol trascendental que desempeñan los más de 2,700 centros de referencia capacitados en la atención del padecimiento en 95 países alrededor del mundo, incluyendo México, que hoy cuenta con 230 hospitales públicos y privados que se han sumado a este importante esfuerzo.
“Si bien existe una necesidad enorme de mejorar la calidad y la velocidad de la atención de la EVC en el mundo, estoy muy orgullosa de que, a través de esta iniciativa, se concrete un cambio real, habiendo ya establecido protocolos con miles de hospitales integrados y propiciando nuevas alianzas en el futuro”, ahondó la especialista.
Por su parte, Thomas Fischer, Director Global de la Iniciativa Angels, comentó que haber superado las expectativas de la estrategia ha representado un hito para la salud cerebrovascular, considerando el corto periodo de tiempo que representó el conseguirlo. “En la Iniciativa Angels nos enorgullece ser parte de esta fuerza motriz que representa un cambio sustancial para miles de pacientes en el mundo”, comentó.
A pesar de que se han logrado avances importantes en el tratamiento de la enfermedad, el directivo aseveró que aún queda mucho por hacer. “Se realizan capacitaciones constantes varios países europeos, pero nuestro trabajo no se detiene aquí. Continuaremos mejorando y apoyando nuevas unidades para EVC completamente funcionales en las ciudades donde el impacto de la enfermedad es muy elevado».
En lo que respecta a México, la EVC ocupa la 4ta. posición en decesos y es el principal motivo de discapacidad en adultos[7]. Desafortunadamente, muchos de los pacientes que presentan una EVC son tratados fuera de las primeras 4.5 horas de iniciados los síntomas y en gran parte de los casos no son atendidos en un hospital especializado con los estándares óptimos para este padecimiento, por lo que sus posibilidades de supervivencia y de llevar una vida libre de discapacidad disminuyen considerablemente.
La Dra. Ana Paola Muñoz Esparza, Líder de la Iniciativa Angels en México, celebró la importante labor que día con día realizan las 230 instituciones incluidas en la red a lo largo y ancho de la República Mexicana. No obstante, también reconoció que hay retos aún por superar en el país, entre ellos el desconocimiento de la enfermedad que hace que la gente llegue fuera de la ventana terapéutica en donde se le puede diagnosticar y suministrar el tratamiento trombolítico que reduzca las probabilidades de quedar con una discapacidad severa o incluso morir.
Teniendo esto en mente, la Iniciativa Angels México se ha aliado a campañas de difusión con asociaciones y sociedades médicas de referencia, las cuales tiene por objetivo hacer que la población mexicana identifique a tiempo los signos y síntomas del infarto cerebral y ubiquen el centro hospitalario más cercano que cuente con la infraestructura humana y material adecuada para atender la emergencia médica.
Finalmente, la Dra. Muñoz Esparza enfatizó la relevancia que juega la prevención de la enfermedad e hizo un llamado a las autoridades, sociedades médicas y sociedad a tomar cartas en el asunto y así evitar resultados catastróficos. “Es fundamental que sigamos generando esfuerzos que permitan a la sociedad prevenir, detectar y atender adecuadamente el infarto cerebral. Las secuelas físicas, psicológicas, económicas y familiares de quién la padece son un recordatorio permanente de que esta condición es un flagelo que, con la voluntad colectiva y el acceso al tratamiento correcto, podremos superar”, concluyó.