El hijo del presidente y su esposa explicaron sus relaciones laborales en cartas públicas.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló este lunes que su hijo José Ramón Beltrán López trabaja en una compañía vinculada al empresario Daniel Chávez, quien asesora al Gobierno en el proyecto del Tren Maya, pero negó que exista cualquier conflicto de interés o delito alguno.
«Lo que dio a conocer José Ramón es dónde trabaja. En efecto, es una empresa de los hijos de Daniel Chávez, que me ayuda como supervisor honorífico en el Tren Maya. Ni cobra ni tenemos relación de negocios, él no tiene ningún negocio con el Gobierno federal», señaló el mandatario en su conferencia de prensa, en la que abordó la controversia que existe alrededor de su hijo de 41 años.
A fines de enero, los medios Latinus y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad publicaron un reportaje en el que señalan que López Beltrán y su esposa, Carolyn Adams, han vivido en dos propiedades millonarias en Houston, una de las cuales le pertenece a Keith L. Schilling, un ejecutivo de Baker Hughes, firma contratista de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
El texto no demostraba ningún delito y apenas si señalaba una contradicción entre la austeridad que pregona López Obrador y el estilo de vida de su hijo. También sugería, sin probar, que el hijo de López Obrador podría haber sido beneficiado indebidamente por el empresario.
López Obrador descalificó de inmediato los señalamientos al advertir que los medios que publicaron el reportaje son de Claudio X. González, un empresario opositor, y Carlos Loret de Mola, un famoso y desprestigiado periodista que fue oficialista durante los gobiernos anteriores y de quien, incluso, el presidente mostró sus supuestos y millonarios ingresos, lo que a su vez generó otra fuerte polémica.
Además de acusar a sus detractores mediáticos y empresariales, el presidente convocó la semana pasada a su conferencia al director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, quien detalló los contratos con Baker Hughes para descartar cualquier acto de corrupción. Explicó, además, que es solo una de las 4.500 empresas que ofrecen servicios a la paraestatal.
Aclaraciones
La víspera, tanto López Beltrán como su esposa Carolyn Adams publicaron cartas públicas para explicar sus situaciones laborales.
Pero, en lugar de dar por terminado el escándalo, ahora las acusaciones se bifurcaron, ya que el hijo del presidente no precisó que el dueño de la empresa en la que trabaja es Daniel Chávez, asesor «ad honorem» del Tren Maya, uno de los proyectos más ambiciosos del Gobierno que encabeza su padre.
«En el año 2018 tomé la decisión de seguir ejerciendo mi profesión de abogado, hasta que decidimos en familia mudarnos a Estados Unidos. En la actualidad y desde el año 2020 trabajo como asesor legal de desarrollo y construcción de Keipartners, una empresa privada en Houston a través de la cual recibí mi visa de trabajo», explicó el hijo del presidente.
«Soy un ciudadano privado y no tengo injerencia alguna en el Gobierno de México. Mis ingresos provienen al cien por ciento de mi trabajo en Houston. No hubo ni habrá conflicto de intereses. Les pido respeten mi vida privada y la de mi familia», agregó.
Su esposa, en tanto, aseguró que fue ella quien alquiló la casa de Houston sin saber quién era el dueño de la misma, ya que en EE.UU. esa información no suele proporcionarse.
Incluso mostró captura de pantalla de los chats que mantuvo con un agente inmobiliario para demostrar que no sabía quién era el propietario.
«Todo lo que se ha dicho y publicado sobre nosotros en referencia a cualquier vinculación con la compañía Baker Huges es falso», afirmó.
Tomado de: RT NOTICIAS