Mexicanos con enfermedades pulmonares crónicas en mayor riesgo por coronavirus

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Foto: Salud180
Foto: Salud180

 A medida que la cepa del coronavirus (COVID-19) continúa propagándose a nivel mundial, no solo se ha puesto en jaque a la economía y la vida política y social de los países afectados, sino también a los sistemas de salud que no se dan abasto para atender las emergencias médicas presentadas, principalmente en personas que tienen un sistema inmunológico comprometido; o bien, que viven con comorbilidades o padecimientos cardiovasculares y respiratorios no controlados.

Ante la declaratoria de Escenario 2 emitida por la Secretaría de Salud (SSA), en el que las autoridades exhortaron a la gente a tomar medidas más estrictas de prevención y contención del COVID-19, el Dr. Luis Albrecht Septién Stute, Neumólogo de Médica Sur, hizo un llamado a que “hoy más que nunca los pacientes con trastornos pulmonares como asma, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), cáncer de pulmón, alergia o cualquier otro que genere obstrucción de las vías aéreas, redoblen esfuerzos en el cuidado de su salud, sobre todo si son adultos mayores, pues son más susceptibles a presentar complicaciones graves, hospitalización y muerte prematura”.

Destacó que cualquier persona puede contraer la infección por coronavirus con síntomas muy similares a una gripe que, en el 80% de los casos, son leves y naturalmente van desapareciendo debido a que se pone en acción el sistema inmunológico, por lo que es muy importante quedarse en casa. Sin embargo, “hemos observado que quienes padecen enfermedades pulmonares podrían ser más propensos a presentar exacerbaciones en las que aumentan o se agudizan síntomas como dificultad para respirar, secreciones nasales, estornudos, tos, fiebre, malestar general y, en casos más severos, neumonía o insuficiencia cardíaca. De ahí que la instrucción es no esperarse y acudir de inmediato a los servicios de urgencias de un hospital”.

Además, el especialista sostuvo que es crucial que los cerca de 13 millones de mexicanos1,2 que se estima padecen asma o EPOC sigan las recomendaciones que la SSA ha emitido para disminuir el riesgo de contraer COVID-19 o reducir su impacto. Entre ellas está aumentar la frecuencia del lavado de manos con agua y jabón, no compartir utensilios de comida, practicar la técnica del estornudo de etiqueta (usar el ángulo interno del brazo), mantener la sana distancia (un metro y medio de una persona a otra) y, por ningún motivo, abandonar el tratamiento indicado por su médico.

Comentó que, por lo general, éste consiste en el uso de broncodilatadores inhalados de larga duración como el tiotropio, los cuales aseguran un efecto por 24 horas y son “piedra angular” en la terapia de mantenimiento de pacientes con asma a partir de los 6 años de edad[3], con el objetivo de reducir los síntomas y mejorar su calidad de vida.

Asimismo, dijo que estos también se prescriben como complemento a otros medicamentos en personas que, debido a ciertas condiciones de salud, presentan broncoconstricción (estrechamiento de las vías aéreas que disminuye o bloquea el flujo de aire hacia los pulmones); o bien, se pueden utilizar en combinación con otros broncodilatadores de acción prolongada (terapia dual), como el olodaterol, para mejorar la respiración en quienes viven con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica.

Por otro lado, el también Médico Internista expuso que existen otros broncodilatadores de acción corta, entre ellos el salbutamol con bromuro de ipratropio, que se emplean comúnmente como medicación de rescate para aliviar el broncoespasmo (inflamación/contracción del músculo bronquial); es decir, episodios donde el paciente no puede respirar, lo que le provoca angustia y desesperación. “Este tipo de crisis, que se presentan de manera repentina, ocurren porque hay un descontrol de la enfermedad debido a que la medicación no es la correcta o el paciente no está utilizando el dispositivo inhalador ideal para administrarlo”

Señaló que, por ejemplo, respirar rápido y profundamente puede ser difícil para quienes tienen EPOC. La ironía es que eso es exactamente lo que a menudo necesitan hacer los pacientes cuando usan un medicamento broncodilatador aplicado mediante un dispositivo inhalador de polvo seco. De hecho, se sabe que hasta 40% de ellos no superan la resistencia al dispositivo, por lo que la acción de inhalar el medicamento resulta complicada e ineficiente para mejorar sus síntomas. “Esto puede ser muy peligroso cuando necesitamos que, en estos momentos en que México está comprometido por el coronavirus, los afectados estén controlados lo mejor posible para evitar complicaciones y desenlaces fatales”.

Ante esa situación, el Dr. Óscar Rodrigo Villalva Rosas, Gerente Médico del Área Respiratoria de Boehringer Ingelheim México, Centroamérica y El Caribe, indicó que la empresa ha enfocado sus esfuerzos en continuar motivando la broncodilatación, pero a través del Respimat[4], un dispositivo inhalador de fácil uso que ha demostrado hacer una verdadera diferencia en la vida de los pacientes y su familia. “El gran beneficio es que Respimat permite a cualquier persona con enfermedades respiratorias inhalar sin esfuerzo al liberar una nube de suave dispersión que hace que el broncodilatador llegue directamente a los pulmones. Basta con 2 inhalaciones, 1 vez al día, para ayudarlos a respirar bien, evitar exacerbaciones, reducir la medicación de rescate y tener un mayor apego al tratamiento”.

Finalmente, el hizo hincapié en que, ante la emergencia sanitaria del COVID-19, es muy importante que la población esté informada sobre las estrategias que está llevando a cabo la Secretaría de Salud: no hacer caso de información falsa que únicamente provoca pánico y genera incertidumbre y confusión; no automedicarse ni tampoco utilizar productos sin sustento científico; si sospecha infección por este nuevo coronavirus debe acudir a uno de los hospitales de referencia para hacerse la prueba y, en caso de presentar síntomas, se sugiere no salir de casa, ya que puede contagiar a otras personas, siendo más vulnerables los adultos mayores, mujeres embarazadas, niños y adultos con enfermedades preexistentes.