Penalizan terapias de conversión sexual en la CDMX

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Con 49 votos a favor, nueve en contra y cinco abstenciones, el pleno del Congreso de la Ciudad de México aprobó la reforma al Código Penal para penalizar a quien incurra en terapias de conversión sexual que utilicen métodos violentos que pongan en peligro la integridad de una persona.

Lo avalado por los diputados reforma el artículo 206 bis del Código Penal que señala que «en materia de tipificación a los contratos, tratamientos, terapias o servicios, tareas o actividades que pretendan corregir la orientación sexual e identidad o expresión de género y que atenten contra la libre autodeterminación».

Se castigará de dos a cinco años de prisión a quienes obliguen a personas a tener estas terapias, además de 50 a 100 horas de trabajo comunitario y se deberá perseguir por la fiscalía capitalina por querella.

Estas penas se agravarán cuando esté relacionado un menor de edad, las cuales la fiscalía deberá perseguir de oficio.

Los nueve votos en contra del dictamen fueron seis del PAN, dos del PES, así como un morenista; sin embargo, la mayoría de los legisladores de Morena avalaron el dictamen. En la discusión de la iniciativa de ley se presentaron dos reservas a los artículos reformados, una de ellas votada en contra mientras que la segunda a favor, por lo que quedó firme el dictamen.

Minutos antes de la discusión en el pleno, el diputado presidente de la comisión de administración y procuración de justicia, Eduardo Santillán, mencionó en conferencia de prensa, -previo al inicio del periodo extraordinario de sesiones en el congreso capitalino en donde se discutirán cuatro dictámenes entre los que se incluye las terapias de reconversión sexual-, que no «no se penaliza bajo ninguna circunstancia la actividad médica, se garantiza el ejercicio libre de la profesión médica y no se criminaliza la actividad de ministros de culto religioso».

Los diputados locales refirieron que la aprobación de estas reformas era un paso histórico para la capital del país en protección de los derechos humanos.

Por su lado, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, respaldó esta iniciativa.

«Estoy totalmente de acuerdo, me parece que es de la inquisición estas medidas de querer cambiar la orientación sexual de una persona con terapias», dijo.

Refirió que este tipo de tratamientos no corresponden a los sistemas de salud del Siglo XXI, y mucho menos a las libertades que se tienen en la Ciudad de México.

«Nos parece que son medidas que no corresponden a una ciudad de derechos, me parece bien que el congreso no reconozca estas terapias, porque no corresponden al conocimiento científico, a los derechos a las libertades», comentó.

(El Informador)