El exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray, negó relación alguna con el caso de «La estafa maestra» y advirtió que el «mecanismo de moda ‘me salvo culpando a Videgaray’ tiene un límite».
La respuesta del exfuncionario de Enrique Peña se da luego de que la defensa de Rosario Robles anunció que su clienta buscará ser una testigo colaboradora de la Fiscalía General de la República (FGR), para fundamentar que el exsecretario desvió recursos públicos a favor de campañas electorales del PRI, incluido el proceso de 2018.
«Desde el punto de vista humano entiendo lo extraordinariamente difícil de su condición, incluyendo la perspectiva de enfrentar órdenes de aprehensión por delitos muy graves. Sin embargo, la desesperación no puede ser justificación para mentir e incriminar inocentes», dijo en una carta publicada en sus redes sociales.
Este martes por la mañana, Sergio Arturo Ramírez, abogado de Robles, explicó que el dinero desviado a través de «La estafa maestra», como se le denominó al esquema de corrupción en el que participaban universidades públicas y empresas fantasma, estaba destinado a las elecciones de 2018, así como al proceso intermedio de 2015. Señaló que toda esta operación fue ordenada por Videgaray, quien se desempeñó como secretario de Hacienda, primero, y después al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Al respecto, Videgaray aseguró que los recursos y las ampliaciones presupuestales entregadas a las secretarías de Desarrollo Social y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano se entregaron conforme a la ley cuando él fue titular de la Secretaría de Hacienda, entre 2012 y 2016. Agregó que la aplicación de los mismos fue responsabilidad de quienes encabezaban las dependencias.
Señaló que como titular de la SRE no tenía atribuciones sobre los recursos de otras dependencias. «Es un sinsentido descarado pretender involucrarme en presuntos desvíos de recursos de otras áreas de gobierno para fines ilícitos en los años 2017 y 2018», reclamó el hoy académico.
«Lo que dijo el abogado Ramírez sobre mí es completamente falso, carece por ello de sustento alguno. Rosario Robles podrá decir muchas cosas, pero lo que no podrá hacer es probar mentiras», apuntó, y dijo que está dispuesto a acudir a los llamados de las autoridades.
Robles busca acogerse a un criterio de oportunidad luego de que se le girara una orden de aprehensión por asociación delictuosa, que se suma a la acusación que pesa sobre ella por omisiones en sus cargos. Bajo esta figura pretende convertirse en testigo colaboradora de la FGR, en la que debería apoyar para llevar ante la justicia a funcionarios de mayor jerarquía y/o que cometieron delitos mayores al que se le acusa.
Videgaray recordó en su escrito que nunca fue jefe de Robles ni hubo relación de subordinación. «Como compañeros de gabinete fuimos pares», acotó.
«La nueva estrategia… es errada e inmoral, y en nada contribuye a la lucha contra la corrupción que encabeza el presidente López Obrador. La corrupción no se combate con mentiras o fabricando culpables», sostuvo en el escrito firmado en Cambridge, Massachusetts, luego de que corrieran versiones de que el exfuncionario había dejado el MIT para refugiarse en otro país.
(Expansión política)