Ciudad de México.- En medio de la pandemia de Covid-19, el comercio electrónico ha crecido a tasas que se tenían proyectadas para los siguientes tres a cinco años. Al menos se han duplicado sus ventas y en ese sentido se incrementa la demanda de servicios de entrega por empresas que se dedican a la última milla, es decir, las que recogen algún producto en una bodega y lo llevan al cliente final.
Cargamos, compañía dedicada a esa denominada última milla, estima que la industria en Latinoamérica entrega entre 300 y 350 millones de paquetes de forma mensual, mientras en China, país que adopta tecnologías de manera acelerada, la cifra es de 5 billones.
Iván Ariza Murillo, director general de Cargamos, indica que actualmente las grandes firmas de entrega en la última milla concentran la mayor cantidad de repartos en la región, mientras las pequeñas no alcanzan en conjunto 15 millones mensuales. La estimación es que en los próximos cinco años será de 3 billones en América Latina.
¿Podemos llegar con las capacidades que tenemos hoy? No hay manera. No hay capacidad actualmente. Es por eso que las compañías de logística crecemos casi 600 por ciento de forma anual, específicamente desde principios de año. La última milla en la industria logística es de las que más crece, pero si nos uniéramos todos no habría capacidad de atender la demanda que viene, subraya en entrevista.
El motivo por el que esto pasa, explica, es porque no existe capacidad para almacenar los productos que deben ser entregados, es decir, hay pocas bodegas.
Asegura que la solución es poner dark stores, es decir, tiendas que anteriormente vendían a un consumidor de forma presencial ahora se dedican a almacenar en diferentes puntos de la ciudad que quedan a menos de cinco kilómetros del usuario final.
“La variable tiempo es determinante en la compra. Entre más rápido entregues, más rápido vendes como plataforma de comercio electrónico, pero no hay bodegas suficientes para hacer entregas en tiempo récord. Existen pocos almacenes. Se convierten en dark stores, es decir, tiendas que vendían a clientes en almacenes. Actualmente eso es una gran ventaja para la industria de entrega, pero hace falta”, destaca.
Araiza Murillo precisa que el objetivo de Cargamos, empresa que ha crecido 600 por ciento en lo que va del año, es poder implementar ese tipo de almacenes para entregar de manera más rápida los insumos a los clientes finales que hacen compras en comercio electrónico.
No sé si hace falta inversión, pero sí una solución que conecte las capacidades de la compañía contra las motos o vehículos que ahora pueden repartir en la última milla. No todas las empresas están preparadas para invertir, pero debe haber firmas que conecten a la última milla con las bodegas, y eso buscamos ahora, ser el puente, comenta.
Cargamos en México entrega 100 mil paquetes cada 30 días. De forma mensual, la demanda de sus servicios ha crecido 30 por ciento en lo que va del año.
Con los contratos que tenemos pensamos que iremos al doble, pero por eso nos preparamos. Estamos haciendo tecnología de inteligencia artificial que ayude a reducir las operaciones de entrega y tener más activos.
La empresa, agrega, puede proporcionar a las personas que actualmente cuentan con flotillas de camiones, motocicletas o vehículos la infraestructura necesaria para entrar a competir dentro del servicio de entrega en la última milla, y es una opción para las personas que han quedado sin empleo por la actual crisis. Incluso, sirve para personas que tienen un solo vehículo.
(La Jornada)