Un magistrado federal ordenó suspender la construcción por no cumplir con «el procedimiento de evaluación de impacto ambiental».
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este martes que la suspensión decidida por un juez de las obras del polémico tramo 5 del Tren Maya es un «asunto politiquero» y que la construcción «no se detendrá».
«No tiene fundamento. Es un asunto politiquero, de quienes no quieren que se lleve a cabo la obra. Son pseudoambientalistas financiados por grandes empresas, sobre todo del turismo y también por gobiernos extranjeros», comentó en su habitual rueda de prensa matutina en el Palacio Nacional.
Tras un recurso presentado por ambientalistas, el lunes, el juez Primero de Distrito de Yucatán, Adrián Fernando Novelo Pérez, ordenó detener de manera indefinida el tramo que va de Playa del Carmen a Tulum, en la Riviera Maya, por no cumplir con «el procedimiento de evaluación de impacto ambiental que debió obtenerse antes del inicio de las obras».
La resolución especifica que no se permite «la ejecución de obras relacionadas con su construcción, infraestructura, remoción o destrucción de la biodiversidad del terreno o cualquier otra actividad que implique su ejecución material».
«Tenemos la razón»
Sin embargo, este martes, el presidente reiteró que la obra «no se va a detener». «Se está acudiendo a otra instancia o se está presentando otro recurso. Que no piense la gente, aunque hagan mucha publicidad, que ya es una cosa juzgada, ¡no!, es un proceso abierto y estamos seguros de que tenemos la razón», reiteró.
López Obrador dijo que «se cumplirá legalmente» y no se «impondrán intereses particulares». «No van a estar por encima del interés general», destacó.
El Tren Maya es, junto con el recién inaugurado Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y la refinería Dos Bocas, una de las obras emblemáticas que lleva adelante la administración de López Obrador.
Este proyecto ferroviario impulsado por el Gobierno tiene el fin de transportar cargas y pasajeros en la Península de Yucatán, como una ampliación de la red nacional. El desarrollo de esta gran obra inició en el 2018, y según lo informado al momento de anunciar la planificación, se inauguraría en el 2023.
Sin embargo, el plan ha despertado críticas por los posibles impactos en el medioambiente que podría generar el trazado. En concreto, el recorrido del tren pasaría por la selva y un terreno repleto de cuevas, cenotes y ríos subterráneos.
En marzo, un grupo de artistas lanzó la campaña ‘Selvame del tren’, con la que se advierte del impacto negativo que tendrá en el medio ambiente el tramo 5. Por su parte, el Ejecutivo indica que el tren «resolverá el problema de falta de conectividad e infraestructura del transporte en el sureste del país». Asimismo, afirma que la deforestación que pueda ocasionar la obra sería recompensada con la plantación de 200.000 hectáreas y la creación de tres parques naturales de 18.000 hectáreas.
Tomado de: RT NOTICIAS