Este lunes el clérigo Muqtada al Sadr anunció que se retira definitivamente de la escena política en Irak en medio de la complicada situación que vive el país.
El clérigo chií Muqtada al Sadr anunció este lunes que se retira definitivamente de la escena política en Irak en medio de la complicada situación que vive el país árabe, desatando una serie de protestas en la capital, Bagdad, que ya han dejado al menos 15 personas muertas y decenas de heridos.
Renuncia de Al Sadr
Al Sadr compartió un comunicado en su cuenta oficial de Twitter en el que anunció que, tras decidir no intervenir en los asuntos políticos de la nación, ha optado por apartarse y cerrar todas las instituciones políticas del Movimiento Sadrista.
En el texto hizo referencia a la jubilación del líder espiritual chiíta, el ayatolá Kadhim al Haeri, este domingo, que pidió a sus seguidores que apoyaran al ayatolá Alí Jamenei de Irán en su lugar. En opinión de Al Sadr, este movimiento de Al Haeri «no fue por su propia voluntad», y aparentemente implica una influencia iraní encubierta.
Asimismo, explicó que su decisión de abandonar la política y cerrar sus instituciones suponen una respuesta a un «estancamiento político intratable» y criticó a otros líderes políticos chiítas por no prestar atención a sus llamados para llevar a cabo una reforma en el país.
Protestas en Bagdad
El anuncio de Al Sadr provocó que muchos de sus partidarios irrumpieran en el Palacio Republicano de Bagdad, la sede del Gobierno de Irak. También hubo una manifestación en la Zona Verde de Bagdad, como se conoce al área más segura de la ciudad tras la invasión de Irak por parte de EE.UU. en 2003, que alberga ministerios y embajadas. La policía antidisturbios ha usado gases lacrimógenos para dispersar a las personas que participaban en la protesta.
Además, se han reportado enfrentamientos entre los manifestantes y los partidarios de los grupos respaldados por Teherán, que se arrojaron piedras mutuamente fuera de la mencionada zona de la capital iraquí.
En consecuencia, las autoridades cerraron la Zona Verde de Bagdad para frenar la afluencia de manifestantes y decretaron un toque de queda en la capital iraquí a partir de las 15:30 (hora local) de este lunes. El Gobierno de Irak declaró también que este martes será día no laboral en todo el país.
Horas después, Al Sadr inició una «huelga de hambre» hasta que se ponga fin al «uso de armas y violencia». Por su parte, el primer ministro interino, Mustafa al Kadhimi, llamó a todas las partes a asumir la «responsabilidad nacional» para proteger «la sangre iraquí».
Crisis política
En octubre de 2021 se celebraron las últimas elecciones parlamentarias de Irak. No obstante, el país todavía no ha logrado formar un nuevo gobierno, lo que supone su período más largo sin un Ejecutivo. El Movimiento Sadrista fue el partido político que más votos obtuvo, con el 10 %, pero no logró llegar a un acuerdo con otros grupos chiítas rivales.
Al Sadr cuenta con el apoyo de millones de personas entre la población musulmana chiíta, que constituye la mayoría en Irak. «Él puede ocupar las calles. Nadie en Irak puede hacerlo tan bien como él», explicó el analista Hamdi Malik, del Washington Institute for Near East Policy.
El pasado mes de junio, el Movimiento Sadrista retiró a sus 73 legisladores del Parlamento tras no poder formar un gobierno de coalición, uno en el que amenazó con excluir a los poderosos rivales chiítas cercanos a Irán.
Los partidarios del clérigo asaltaron la Zona Verde y desde entonces han ocupado el Parlamento, deteniendo el proceso para elegir un nuevo presidente y un nuevo primer ministro.
Al Sadr ha insistido en la celebración de elecciones anticipadas y la disolución del actual parlamento, subrayando que ningún político que haya estado en el poder desde la invasión estadounidense puede ocupar un cargo. Su aliado Al Kadhimi sigue siendo el primer ministro interino.
El clérigo es un crítico de la influencia extranjera en Irak, y durante mucho tiempo ha buscado frenar la influencia de las milicias chiítas respaldadas por Irán en el país. De hecho, su bloque político no consiguió formar gobierno debido a la oposición de Coordination Framework Alliance, un bloque chií aliado con Teherán.
Tomado de: RT NOTICIAS