«Arma de destrucción masiva»: las muertes por sobredosis de opioides en EE.UU. son una emergencia de seguridad nacional, advierte un informe

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Desde junio de 2020 hasta mayo de 2021, estas sustancias, especialmente el fentanilo, representaron aproximadamente dos tercios de las más de 100.000 muertes por sobredosis en el país.

La Comisión para Combatir el Tráfico de Opioides Sintéticos en EE.UU. ha advertido que el consumo de estas drogas está provocando cifras récord de muertes por sobredosis y hace un llamado para combatir con más dureza el problema de la adicción, que considera una amenaza a la seguridad nacional.

Desde junio de 2020 hasta mayo de 2021, estas sustancias, especialmente el fentanilo —un analgésico entre 80 y 100 veces más potente que la morfina—, representaron aproximadamente dos tercios de las más de 100.000 muertes en EE.UU. por sobredosis de estupefacientes, asegura el organismo en su último informe, publicado este lunes.

Estas cifras muestran un incremento del 30 % con respecto al año fiscal anterior. Desde 1999, la sobredosis por drogas ha sido responsables de más de un millón de decesos en la nación, lo que representa más del doble que las muertes causadas por las armas de fuego o los accidentes automovilísticos, resalta el documento, citado por la cadena CNBC.

Los expertos estiman que la significativa cantidad de pérdidas humanas a raíz de esta situación le estaría costando al país aproximadamente «un billón de dólares al año». De este modo, el informe advierte que el tráfico y consumo no solo es una emergencia de salud pública, sino una emergencia que amenaza «tanto a la seguridad nacional como al bienestar económico». «En términos de pérdida de vidas y daños a la economía, los opioides sintéticos ilícitos tienen el efecto de un arma de destrucción masiva en cámara lenta en forma de píldora», describen sus autores.

Para combatir esta amenaza, la comisión incluye una serie de recomendaciones para controlar el suministro de estas sustancias ilícitas, producidas y exportadas por los cárteles mexicanos de la droga utilizando materias primas fabricadas en China. Sin embargo, el organismo reconoce que es imposible lograr progresos si al mismo no se disminuye la demanda interna. En este orden de ideas, recomendó, entre otras acciones, aumentar el acceso a los tratamientos para la adicción y los esfuerzos para mitigar los daños en las personas adictas, así como colaborar con los países involucrados en la producción y distribución de opioides sintéticos para cortar la provisión de productos químicos que las redes criminales usan para fabricar fentanilo.

De acuerdo con el diario Politico, expertos en abuso de sustancias consideran que las recomendaciones de la comisión omiten una estrategia ya probada en otros países para reducir las muertes por sobredosis de opioides. «En los años que llevaría siquiera hacer mella en el problema del suministro de fentanilo, decenas de miles de personas morirán fácilmente de muertes prevenibles», señala Sanho Tree, director del Proyecto de Políticas de Drogas del Instituto de Estudios de Políticas, con sede en Washington.

En su opinión, el país debe seguir el ejemplo de Canadá en su estrategia de «suministro seguro» si realmente quiere salvar vidas. «Los médicos canadienses pueden recetar sustitutos farmacéuticos puros como el Dilaudid, que los usuarios pueden inyectarse como un sustituto eficaz de la heroína, y no verse obligados a jugar a la ruleta de fentanilo en las calles», explica Tree.