11 de Septiembre de 2024
Los dulces tradicionales de Puebla tienen sus raíces en los siglos XVI y XVII. En esa época, algunos conventos de Puebla funcionaban casi como fábricas de dulces, con monjas que elaboraban recetas utilizando ingredientes locales combinados con elementos introducidos por los colonizadores españoles. Esta fusión dio lugar a una rica variedad de dulces típicos que aún son emblemáticos de la región.
Camotes
Los camotes son dulces tradicionales de Puebla que surgieron por casualidad. Al cocinar este tubérculo con piña y azúcar, se logra una textura moldeable que se disfruta como postre. Este dulce emblemático se puede preparar con ingredientes como limón y naranja, creando una especie de puré. Los camotes se presentan en una variedad de sabores, incluyendo piña, fresa, coco y vainilla.
Muéganos
El dulce muégano tiene su origen en el convento de Huejotzingo. Se elabora con una mezcla de harina, leche, huevo y aceite vegetal, que se corta en rectángulos, se hornea y se cubre con galleta y obleas. Su textura combina la suavidad del mazapán con el crujido de las galletas, convirtiéndolo en uno de los dulces más tradicionales de Puebla.
Jamoncillo
El jamoncillo, que se cree originado en un convento, se prepara con leche, azúcar y una semilla a elección, como nuez, pepita o piñón. Este dulce característico de Puebla se presenta en barras que se pueden cortar en rebanadas y se distingue por su forma rectangular en dos colores: rosa y blanco. La receta varía en diferentes regiones de México; en Guanajuato, suele llevar canela y nuez, mientras que en Sonora, Chihuahua, Nuevo León y Coahuila, se prepara con piñón y almendra. En Zacatecas, San Luis Potosí y Guanajuato, a menudo se adorna con obleas.
Rompemuelas
Los rompemuelas son un tipo de muégano conocido por su dureza. Se preparan con ingredientes como coco, maíz tostado, piloncillo y caramelo. Su sabor distintivo y su textura dura y pegajosa los convierten en un desafío para comer, haciendo que sean tanto únicos como memorables.
Los rompemuelas, llamados así por su dureza, son un dulce desafiante debido a su consistencia dura y pegajosa. Están hechos de coco, maíz tostado, piloncillo y caramelo. Su textura puede hacer que se adhieran a las muelas, creando la sensación de que se están rompiendo al intentar despegarse.
Cocadas
Para los amantes del coco, las cocadas son un dulce imprescindible. Originalmente hechas con yema de huevo, lo que les daba un color amarillo distintivo, hoy en día se presentan en varias versiones. Desde las suaves con coco fresco, hasta las que usan coco maduro y las horneadas con huevo, cada una ofrece una textura y sabor únicos.
Borrachitos
Se cree que los borrachitos se originaron en el convento de Santa Rosa, aunque no hay un registro oficial. Su nombre proviene del contenido de alcohol que llevan. Tradicionalmente, se preparaban con fécula de maíz, azúcar y un relleno con saborizantes naturales y licores como coñac, rompope, tequila o champaña. Hoy en día, se elaboran con frutas como manzana, pera y fresa, que se cocinan para hacer jaleas o mermeladas y se cubren con azúcar.
Tortitas de Santa Clara
Las tortitas de Santa Clara se originaron en el ex convento de Santa Clara en Puebla. Estas delicias tienen una base crujiente con sabor a piloncillo y están glaseadas con una mezcla de pepita de calabaza y azúcar glass. Se presentan en dos tamaños: pequeñas, de aproximadamente 6 centímetros de diámetro, y grandes, de unos 9 centímetros. No te pierdas estos dulces típicos en tu próxima visita a Puebla.