Es necesario que el Ayuntamiento de Puebla reaccione ante los ambulantes, debido al riesgo que representan para la seguridad pública y el empleo en el comercio establecido.
En la práctica en la gestión del Ayuntamiento de Claudia Rivera el empleo con seguridad social del comercio y servicios no ha reportado crecimiento, sino que, por el contrario, se han perdido unas 300 plazas, mientras que el número de ambulantes se ha desbordado en más de dos mil.
Esfuerzos históricos por regularizar la actividad comercial en el Centro Histórico se han echado por la borda, aunado a un repunte en la inseguridad y en los actos de violencia ejercidos por ambulantes que en pleno Centro Histórico golpearon a mujeres que desarrollaban un recorrido por la 10 Poniente entrevistando a la gente sobre el clima de seguridad en la zona.
Las agresiones verbales se convirtieron en físicas, lo que fue condenado por la presidenta municipal, quien censuro todo acto de intimidación, acoso u ofensa en contra de las mujeres, más aún si existe algún tipo de agresión física.
Sin embargo, en las calles del Centro Histórico sigue la presencia de ambulantes, mientras la munícipe ofrece a través de sus redes sociales realizar los operativos necesarios para ordenar el espacio público y la seguridad, así como colaborar en la denuncia.
Ahí siguen y la pregunta es, ¿hasta cuándo?, como también, ¿qué tendrá que suceder o hasta qué consecuencias tendrá que llegarse para que se liberen de ambulantes y comercio ilegal las banquetas, andadores y carriles confinados para bicicletas hoy ocupados por esos grupos?
