En los últimos años los seres humanos hemos vivido entre lo real y digital. Muchas de nuestras actividades diarias giran entorno de ambos mundos, por lo que sus límites han ido desapareciendo de forma paulatina.
Desde la mañana hasta el final de la jornada, la mayoría de nosotros tiene contacto con la tecnología y el ciberespacio. No importa si se trata de contestar una llamada o revisar y actualizar nuestras redessociales, la digitalización ha creado ambigüedad en la percepción de uno mismo y su contexto.
La despersonalización es el proceso por el cual la percepción se ve alterada. Se trata de la irrupción de la integridad de las funciones mentales, memoria, identidad y percepción. Algunos la describen como una experiencia donde la persona se ve como un observador externo y ajeno a lo que sucede.
En el caso del mundo digital, la desconexión también se hace presente. Si bien es común utilizar algún nombre o avatar que tal vez no corresponde con nuestro nombre o aspecto físico real, generalmente la parte digital representa de forma simbólica lo real.
En el caso de la despersonalización digital, la disociación entre lo tangible y el mundo cibernético, lleva a algunas personas a tener una imagen fantasiosa de sí mismo que no corresponde con la realidad y que además surge de forma externa.
La experiencia en digital que se vive esta desconectada de su realidad. En este punto encontramos personas que al reflejar su identidad presentan dificultades, pues su vida en redes sociales, por ejemplo, aparece como si se tratará de la vida de alguien más. Es decir, se es observa lo que se hace como si se tratara de un testigo y no de un actor.
En consecuencia esta disociación puede causar en la persona diversos niveles de estrés y de ansiedad. Esto como resultado de no saber cómo responder a los estímulos dentro y fuera del mundo digital. Este proceso de despersonalización pone en manifiesto la importancia de poner límites en el uso correcto de las redes sociales y por su puesto en la promoción y cuidado de nuestra salud mental.
Referencias:
Gregory P. Garvey, G. (2010).Dissociation in virtual reality: depersonalization and
derealization. The Engineering Reality of Virtual Reality, 75250. doi: 10.1117/12.843641
Sierra-Siegert, M. (2008). La despersonalización: aspectos clínicos y neurobiológicos. Revista Colombiana de Psiquiatría, 37 (1), 40-55
