Por: Enrique Atané
18 de Febrero de 2025
En un mundo donde el fuego consume y destruye, la artista onubense Francisca Alfonso González ha encontrado una manera de convertir la tragedia en creación. Su proyecto Solastalgia no es solo una exposición, sino un testimonio de la resiliencia del entorno y de la capacidad humana para transformar el dolor en belleza.
Francisca ha recorrido los paisajes calcinados de Almonaster la Real, en Huelva, recogiendo materiales carbonizados tras el devastador incendio de 2020. Troncos chamuscados, restos de suelo ennegrecido y partículas de ceniza se convierten en la base de sus obras, en un proceso donde la memoria del desastre se plasma en cada trazo y textura. Su objetivo no es simplemente reconstruir, sino dar voz a la tierra herida.
El concepto de Solastalgia, término acuñado por el filósofo Glenn Albrecht, se refiere a la angustia de ver el entorno natural transformado de manera irreversible. En este sentido, la obra de Alfonso González se erige como una manifestación física de esta sensación: lienzos teñidos con pigmentos obtenidos de la propia ceniza, esculturas que contienen fragmentos de madera carbonizada y piezas que incorporan el aroma persistente de lo quemado. Más que arte, es un acto de duelo y homenaje.
Pero su obra no solo se detiene en el dolor. Hay un mensaje de esperanza en cada creación, una invitación a reflexionar sobre la relación con nuestro entorno y la urgencia de protegerlo. En sus propias palabras, «las cenizas guardan historias, y en ellas también germina la vida».
El proyecto Solastalgia verá la luz en octubre de 2025 en una exposición que promete ser tan impactante como conmovedora. Mientras tanto, Francisca Alfonso continúa su proceso creativo, demostrando que el arte no solo es una expresión estética, sino una herramienta de conciencia y sanación.
