1 de octubre de 2023
Durante 34 años de trayectoria docente, Jorge Rigoberto Juárez Posadas, investigador del Centro de Química del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP), contribuye a la síntesis de compuestos químicos orgánicos con el afán de obtenerlos en cantidades considerables para conocer su estructura y emplearlos en la industria farmacéutica, principalmente.
El doctor en Ciencias Químicas por la BUAP explicó que por su diversidad estructural, los productos naturales y sus derivados son una fuente importante de agentes terapéuticos. Por ello, su labor científica es conocer su composición química mediante técnicas de cromatografía, caracterización espectroscópica y difracción de rayos X, con el fin de obtener análogos por métodos sintéticos, modificar su estructura y lograr nuevos productos.
“Una vez conocida la estructura del compuesto, a través de software y metodologías específicas se desarrolla un bloque tridimensional de las moléculas, las cuales pueden ser amorfas o regulares. Estos bloques son similares a un rompecabezas tridimensional que pueden ser modificados estructuralmente. De esta manera, se encuentran nuevos compuestos y abren alternativas en la investigación”, detalló.
El proyecto reciente del doctor Jorge R. Juárez Posadas, líder el Cuerpo Académico BUAP 157 “Química Orgánica Básica”, es “Síntesis estereocontrolada de heterociclos funcionalizados y su aplicación en la obtención de análogos de productos naturales y como catalizadores asimétricos”, financiado por Conahcyt. Los compuestos orgánicos son productos químicos, los cuales en muchas ocasiones están conformados por anillos llamados heterociclos que, además de carbono, contienen uno o más elementos distintos.
Los átomos que no son de carbono son llamados heteroátomos y son principalmente de nitrógeno, oxígeno y azufre. Estos compuestos se encuentran en estructuras de un sinfín de compuestos orgánicos naturales de interés químico y biológico.
El también miembro del Sistema Nacional de Investigadores mencionó que uno de los objetivos es la generación de infraestructura científica, ya que el principal impacto es la formación de recursos humanos a nivel de licenciatura y posgrado. “La incorporación de nuevos cuadros científicos permite el desarrollo de nuevas líneas de investigación. Desde el inicio del proyecto, 2017, se han graduado cuatro doctores en Ciencias, dos maestros en Ciencias y seis licenciados de diferentes programas educativos”.
El impacto se ha reflejado en la publicación de artículos en revistas indizadas. Además, se establecieron redes temáticas y colaboraciones multi, inter y transdiciplinarias con otros grupos de investigación. “El objetivo es ver más allá de la frontera de la Química y concretar sinergias con otras áreas de la ciencia”, expresó Juárez Posadas, titular del Laboratorio de Química Orgánica Básica.