El programa está conformado por cinco conferencias magistrales, 13 simposios, 45 sesiones orales, 10 talleres y presentaciones de libros, entre otras actividades
Con el objetivo de abordar temas, como la interacción del ser humano con su ambiente vegetal y las mutuas interdependencias, científicos de diversas instituciones del país celebran en la BUAP el XXII Congreso Mexicano de Botánica: “Los retos de la Botánica en el Antropoceno”, del 25 al 30 de septiembre.
Este congreso es organizado por la Sociedad Botánica de México, una organización civil de carácter académico que congrega a científicos, profesionales, técnicos y aficionados de la Botánica, para promover el intercambio y divulgación de ideas en torno al estudio de la flora mexicana y la formación de herbarios.
Para esta edición, el congreso ofrece un gran número de simposios y sesiones orales en torno a la agrobiodiversidad, domesticación, etnobotánica, ecología urbana, plantas invasoras, restauración ecológica, efectos de perturbación y fitorremediación.
Así también el registro de la diversidad vegetal del país y la comprensión de su funcionamiento, el cambio climático, el colapso de muchos sistemas de apoyo, como las poblaciones de polinizadores y las recientes epidemias, todo esto relacionado con las plantas, además de las posibles soluciones.
El programa del congreso está conformado por cinco conferencias magistrales, 13 simposios con 139 presentaciones, 45 sesiones orales con 343 conferencias, tres sesiones de 331 carteles sobre diversos temas, 10 talleres y cursos, cuatro reuniones satélite, una mesa redonda, presentaciones de libros y siete excursiones botánicas.
Además, un certamen de tesis “Medalla José Mariano Mociño”, se presentará el volumen 100 de la revista Botanical Sciences y se transmitirán videos cortos para divulgar resultados de investigación o de difusión de algunos de los participantes.
Entre las instituciones que participan en este evento están la Universidad de Guadalajara, el Cinvestav Irapuato, el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR-Durango), la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y el Centro de Investigaciones Tropicales de la Universidad Veracruzana.
La Zona de Transición Mexicana
Como parte del programa, el doctor Aarón Rodríguez Contreras, de la Universidad de Guadalajara, dictó una conferencia magistral en la que habló sobre la diversidad de especies de flora en la llamada Zona de Transición Mexicana (ZTM), la cual abarca las principales cadenas montañosas de México, incluidas la Sierra Madre Occidental, la Sierra Madre Oriental, el Eje Volcánico Transmexicano, la Sierra Madre del Sur y los Altos de Chiapas.
Señaló que a través del tiempo, su equipo de trabajo ha desarrollado inventarios florísticos, análisis filogenéticos y geográficos de Tigridieae (Iridaceae); Solanum, Physalis y Lycianthes (Solanaceae); Manfreda, Polianthes, Prochnyanthes y Echeandia (Asparagaceae); Hymenocallis, Sprekelia y Zephyranthes (Amaryllidaceae); Cosmos y Dahlia (Asteraceae); y Bletia (Orchidaceae).
Se trata de linajes que se han diversificado recientemente en México y la mayoría son grupos monofiléticos, pero otros necesitan ser reclasificados. Su riqueza de especies se concentra a lo largo de la ZTM y de ahí la importancia de que los estudiantes se interesen en estos temas y no sólo en descubrir nuevas especies.
En ese sentido consideró que ser botánico en México es un privilegio, pues el país ofrece 23 mil 314 especies de plantas vasculares agrupadas en 2 mil 854 géneros y 297 familias, de las cuales cerca de 15 por ciento quedan por descubrir, describir y nombrar.
Finalmente, comentó que evidencia filogeográfica de Tigridieae y Lycianthes sugiere que los cambios climáticos del Pleistoceno han favorecido su especiación. A pesar de la facilidad de utilizar secuencias de ADN para los análisis, la morfología es importante, los ejemplares de herbario son necesarios y las colecciones botánicas deben ser fortalecidas y cuidadas.