El prototipo desarrollado para este método de examen de las glándulas mamarias presenta buenas capacidades diagnósticas, es seguro, no invasivo, más económico y fácil de usar. Así lo describe Esteban Amézquita, ingeniero físico de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, quien trabaja en el desarrollo del innovador dispositivo, destinado a monitorear las mamas sin radiación.
“Considerando que el aparato trabaja sin ningún tipo de radiación ionizante, puede ser recomendado para usar tanto en pacientes hospitalizadas como en consultas ambulatorias, en clínicas prenatales y en hospitales de maternidad”.
“A través del proceso de impedancia eléctrica se escanean los senos para medir su conductividad eléctrica, basados en la idea de que en las células del cáncer esta es diferente a las normales. Para la prueba se colocan sobre la piel cerca de ocho electrodos pequeños y se aplica una corriente eléctrica muy pequeña a través del seno, que se detecta luego sobre la piel. El equipo no utiliza radiación ni comprime los senos”, explicó el ingeniero Amézquita.
Más barato y más liviano
A pesar de que en el mercado ya existen mamógrafos de impedancia eléctrica, su alto costo y gran peso los convierten en equipos de baja utilización. El prototipo propuesto por UNAL Sede Manizales costará cerca de 200 dólares y no pesará más de una libra, señala el investigador.
El objetivo del dispositivo es ofrecer una alternativa de tamizaje complementaria a la mamografía y al ultrasonido, que se pueda usar en pacientes de todas las edades que presenten síntomas de alguna patología, o con una carga genética identificada.
Al respecto, el ingeniero físico detalló que “con este sistema de impedancia colocamos electrodos de manera superficial alrededor del seno; la medición dura alrededor de 10 segundos, tiempo en el que hacemos un barrido de frecuencias, que van de 10 hertz (Hz) a 2 megahertz (MHz); según lo que se vaya encontrando se realiza un análisis de datos en este estudio, que no es invasivo ni genera molestias”.
Según la tendencia que tenga la gráfica de impedancia tras la medición, se puede diferenciar una patología maligna o benigna. Estas mediciones trabajan con corriente alterna, en la que se mide desde el tejido de la muestra hasta las células.
“En el cáncer la impedancia disminuye porque alrededor de la bicapa lipídica de la célula se da un cúmulo de sodio, lo que le da mayor conductividad. En condiciones normales están dispersas, pero en la patología se conglomeran provocando una disminución de líquido extracelular y electrolitos, lo que las hace menos conductivas, por lo que aumenta la impedancia”, explica el investigador.