Desde su creación a la fecha, la incidencia delictiva disminuyó hasta un 70 por ciento
Fomentar e integrar procesos de prevención y seguridad en beneficio de la comunidad y patrimonio universitario, en coordinación con las autoridades de los diferentes niveles de gobierno, es parte del trabajo que desarrolla la Dirección de Apoyo y Seguridad Universitaria (DASU) de la BUAP, que desde su creación a la fecha ha permitido reducir la incidencia delictiva al interior de la Universidad hasta un 70 por ciento.
La DASU, explicó su director Christian Steger Schmidt, trabaja con dos subdirecciones: de Seguridad y Administración de riesgos. La primera opera con esquema integral de vigilancia presencial a través de 911 elementos, con apoyo de mil 400 cámaras y 150 alarmas; además de los servicios que brinda la Central de Atención de emergencias los 365 días del año, las 24 horas, donde llegan las señales de alarmas, cámaras y sistema de radio.
La segunda subdirección, detalló, corresponde a la administración de riesgos y atención de emergencias médicas, pre-hospitalarias, protección civil y seguros institucionales. Adicional, existen otras 6 coordinaciones ubicadas en distintas sedes, para garantizar una cobertura total en todos los espacios de la Universidad dentro de la ciudad.
Para garantizar resultados, señaló Steger Schmidt, realizan análisis de seguridad por unidad académica y por edificio —576 en total—, los cuales son monitoreados cada hora, incluyendo las unidades regionales.
Protocolos y planes operativos
Steger Schmidt insistió en que la inseguridad en Puebla es un problema metropolitano que rebasa las facultades y atribuciones de la propia Universidad, sin embargo existe un compromiso real con la comunidad para establecer planes de acción y dar respuesta inmediata a una emergencia, incluso en las inmediaciones, donde opera el programa “Sendero Seguro”, un servicio de vigilancia y acompañamiento en Ciudad Universitaria, el Complejo Cultural Universitario y en las facultades de Medicina y Lenguas.
Aclaró que los reportes se reciben vía WhatsApp, por radio, redes sociales, sistemas de alarma o bien de forma directa, a través de los elementos de seguridad o por medio de las cámaras de vigilancia.
Una vez que se recibe el reporte, se asigna un número de folio y se atiende de acuerdo a los protocolos establecidos para cada caso, en coordinación con las policías municipal y estatal; Cruz Roja, Protección Civil y con la policía federal y Gendarmería, en caso de los campus regionales.
Posteriormente, la DASU realiza un mapeo de emergencias ocurridas para establecer planes operativos que vigilan el antes, durante y después. El objetivo, indicó, es ubicar puntos vulnerables y de riesgo que facilitan la implementación de estrategias.
Capacitación y vinculación
Brindar capacitación, no sólo a los elementos de vigilancia, sino a personal administrativo y directores de unidades académicas también ha sido clave para atender posibles contingencias, advirtió Christian Steger.
“Se han mostrado avances en materia de mapeo, señalética, extintores, identificación de espacios y puntos de reunión, así como la capacitación de brigadas en materia de primeros auxilios y protección civil. También se cuenta con técnicos médicos para atención pre-hospitalaria, si es que así se requiere”.
Para mayor operatividad, la DASU se reúne con autoridades municipales y sostiene reuniones de trabajo con personal de la Fiscalía General del Estado, además de integrarse al Consejo Universitario de Seguridad en el área metropolitana en el que participan distintas instituciones educativas de nivel superior, las cuales se reúnen una vez al mes en vinculación con el Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C5).
Las estrategias implementadas, reveló Christian Steger, han permitido identificar en este año a por lo menos cinco presuntos delincuentes, de los cuales tres han sido detenidos por las autoridades correspondientes. La oficina de la Abogada General, por su parte, brindó acompañamiento a 25 estudiantes en este año para presentar una denuncia, ya que aseguró, la Universidad está convencida de que el combate a la impunidad es el mejor camino para reducir la incidencia delictiva.