El poder de las estructuras microscópicas y su alcance en los diferentes campos tecnológicos

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El fundador del Laboratorio de Nanoestructuras de la BUAP impartió conferencia en el tercer día del LXI Congreso Nacional de Física

Las nanoestructuras plasmónicas tienen un gran potencial para ser aplicadas en diferentes campos tecnológicos, como la detección molecular, la captación de energía y en cuestiones terapéuticas (hipertermia), informó Umapada Pal, profesor investigador del Instituto de Física “Ing. Luis Rivera Terrazas”, durante su participación en el LXI Congreso Nacional de Física, con sede en la BUAP.

          En el teatro del Complejo Cultural Universitario impartió la conferencia Plasmonic nanostructures and current challenges in their application specific fabrication, en la cual señaló que las aplicaciones de estas estructuras dependen fuertemente de las posibilidades que hay de controlar su tamaño, forma, composición y arquitectura (configuración atómica).

           “Las nanoestructuras plasmónicas, especialmente oro y plata, exhiben propiedades ópticas y sintonizables debido a su resonancia de plasmón superficial localizada, lo cual ha sido ampliamente aplicado en imágenes de células, biocatálisis y biosensores”.

          En este sentido, informó que en colaboración con el Centro de Investigaciones en Ciencias Microbiológicas, del Intituto de Ciencias de la BUAP, incorporaron nanopartículas de oro en paredes celulares de hongos (no invasivos para humanos), para la creación de microtubos que funcionan como biosensores para la detección de ciertas enfermedades en el cuerpo.

          Por otro lado, el fundador del Laboratorio de Nanoestructuras de la BUAP, el primer espacio experimental en este campo en México, dio a conocer que estas estructuras microscópicas también se utilizan en la medicina para el tratamiento de cáncer, mediante un proceso de foto-hipertermia.

          Explicó que las nanopartículas son adheridas a células malignas y luego desde fuera se irradia luz para calentarlas a miles de grados (lo cual es imperceptible para el ser humano debido al diminuto tamaño) para “romper” las células cancerígenas.

          En su opinión, hacia el futuro, las propiedades de señalización extremadamente altas de nanoestructuras plasmónicas deben ser exploradas para el desarrollo de sensores moleculares de alta sensibilidad y para otros propósitos en el campo de la biomedicina.

          La producción de biodiesel y de biogas, celdas solares, la degradación de tintes, o la creación de nuevos catalizadores para la fabricación de automóviles con mejor combustión, son otras áreas en las que tiene mucho potencial el uso de las nanoestructuras.