El turismo sexual, un fenómeno generalizado en el mundo

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Experto de la FDyCS habló sobre este fenómeno

El turismo sexual, la trata de personas y las diferentes modalidades de la prostitución forzada son fenómenos generalizados en el mundo y México es un lugar de origen, tránsito y destino para la explotación sexual comercial, señaló Erick Gómez-Tagle López, investigador de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la BUAP.

          Durante su conferencia “Redes de turismo sexual”, impartida en el auditorio de esta unidad académica, informó que los lugares con mayores índices de explotación sexual forzada en nuestro país son Baja California (Mexicali, Tijuana), Chiapas (Tapachula), Chihuahua (Ciudad Juárez), Ciudad de México (Venustiano Carranza, Cuauhtémoc), Guerrero (Acapulco), Jalisco (Guadalajara, Puerto Vallarta), Morelos (Cuernavaca), Quintana Roo, (Cancún) y Tlaxcala (Tenancingo).

          “En primavera turistas nacionales y spring breakers estadounidenses buscan diversión, sexo y alcohol en antros, playas y hoteles mexicanos, lugares en los que se presenta la prostitución forzada, sector turístico que también ha sido afectados por la violencia del narcotráfico y la crisis económica”.

           Según el investigador, la Ciudad de México es el estado que ha tenido los mejores resultados en los últimos años, con respecto a acciones para enfrentar dicha problemática. “Para no encubrir una triste realidad se han hecho operativos, creado fiscalías, agencias especializadas de delitos sexuales y colocado victimólogos para atender a las víctimas”.

           Hay otros estados, dijo, en los que se maquillan las cifras porque “políticamente” no es conveniente que se sepa que en esos lugares se presenta este fenómeno. Asimismo, mostró que aparte de los sitios con mayores índices de explotación sexual, hay otros en observación como Baja California Sur, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo león, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.

           En su opinión, es necesario que desde la academia se establezca un debate con las autoridades. “El trabajo no tiene que hacerse solo desde la federación, se requiere de la participación de los gobiernos estatales, de los presidentes municipales, así como de la universidad para que a partir de convenios de colaboración se desarrollen investigaciones conjuntas y logremos que los criminólogos sean tomados en cuenta en la elaboración de las políticas públicas, y que sean ellos quienes trabajen directamente en la recuperación del daño de las víctimas del delito”.

          De igual forma, subrayó la importancia de que las universidades en México conformen una cátedra extraordinaria contra la trata de personas, tal y como lo hace la UNAM, con el fin de contribuir a la defensa de los derechos humanos.

          Durante la plática se ejemplificó cómo este fenómeno se da en todos los continentes y es algo que afecta también a los hombres. Por ejemplo, en República Dominicana, lugar de alto turismo sexual para mujeres, los sanky panky buscan dinero entre las turistas a través de favores, compañía y servicios sexuales.

          Otro ejemplo que mostró fue Mombasa, en el este africano, en donde mujeres adultas de países ricos vacacionan en busca de sexo con hombres jóvenes, o Cuba, sitio en el que las jineteras se ofrecen a cambio de regalos, dinero y la esperanza de que las saquen de su vida austera.