La regla de las 3R para combatir el cambio climático

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El reciclaje nos permite reinsertar el material de descarte que se genera en actividades industriales, empresariales o de consumo diario, y convertirlo en materia prima y en otros productos que nos ayudan a combatir la acumulación de desechos en el mundo, para intentar aliviar fenómenos como la crisis climática actual, aseguró el maestro Diego Ariel Riva, director de Gestión Ambiental de la BUAP.


«Hablamos de la posibilidad de que al ser reutilizados estos materiales, dejemos de emitir desechos que terminan en rellenos sanitarios; asimismo, se alivia la contaminación, ya que estos residuos emiten metano, uno de los gases del efecto invernadero que genera los problemas del cambio climático; aunado a ello, muchos de estos desechos no terminan su proceso en los rellenos sanitarios y son arrojados a la calle».


Si bien desechos como papel, cartón, vidrio o plástico pueden reutilizarse, existen materiales que no es posible reciclar, aunque pueden ser usados para procesos de construcción y obtención de energía, como el aceite vegetal para la producción de biodiesel y componentes para jabones, o algunos pueden servir para elaborar compostas o abono orgánico. «Finalmente uno puede hablar de un sistema de cero residuos, porque todos los materiales pueden transformarse y ser reutilizados», añadió Ariel Riva.

El director de Gestión Ambiental, de la Coordinación General de Desarrollo Sustentable de la BUAP, agregó que la regla de las 3R -reducir, reutilizar y reciclar- presentada por Japón durante la Cumbre del G8 en junio de 2004, y que es usada por el Programa de Manejo Integral de Residuos Universitarios de esta Casa de Estudios desde hace seis años, busca construir una sociedad orientada al reciclaje y evitar la degradación de los ecosistemas, para conseguir un planeta más saludable.

«Como sociedad debemos tratar de generar la menor cantidad de basura posible, la mejor acción es no hacerlo o tratar de que sea el menor número posible de desechos (reducir). Con la posibilidad de transformar residuos para nuevos fines, como usar la hoja de papel por ambos lados, rellenar botellas de vidrio para guardar alimento, con la posibilidad de alargar la vida útil de los materiales (reutilizar); y, finalmente, darle nueva vida a estos materiales de desechos como envases, papeles, latas de aluminio, para  reincorporarlos a la cadena productiva (reciclar)».