Domingo, 1 de junio de 2025
La Universidad Católica de Ávila (UCAV) ha anunciado su expansión en tierras del Bierzo, un movimiento que ha generado preocupación entre sectores académicos y políticos por su posible impacto negativo en la Universidad de León (ULE) y el conjunto de la enseñanza pública en Castilla y León.
Ángel Santiago Ramos, en su espacio de opinión en Radio León, ha expresado duras críticas hacia esta decisión del presidente autonómico Alfonso Fernández Mañueco, señalando que se trata de una concesión que debilita aún más a la universidad leonesa. Según Ramos, la reciente negociación para establecer la Facultad de Medicina en León ha tenido como contrapartida la cesión del grado de Veterinaria a la Universidad de Salamanca, lo que representa “un roto para el histórico centro leonés”.
El nuevo campus de la UCAV en El Bierzo se suma a una región donde ya operan la ULE y la UNED, lo que genera inquietudes sobre la viabilidad y la competencia entre instituciones. Además, Ramos alerta sobre el modelo educativo de la UCAV, una universidad vinculada al Instituto Secular de las Cruzadas de Santa María, que supera los 8.000 alumnos —en su mayoría en modalidad no presencial— y cuya oferta de grados se solapa en gran parte con la de la ULE.
Uno de los aspectos más criticados es la proliferación de títulos propios y másteres que ofrecen las universidades privadas, como la UCAV, que alcanza ya los 200 programas de posgrado. “Esto perjudica seriamente el futuro de las universidades públicas”, señala Ramos, al advertir que en Castilla y León hay actualmente más universidades privadas (seis) que públicas (cuatro), y que estas ya superan en número de estudiantes de máster a sus homólogas públicas.
En clave política, Ramos denuncia que el gobierno de Mañueco, en un contexto preelectoral, prefiere impulsar nuevas facultades y favorecer la expansión de centros privados mientras persisten graves carencias en el sistema sanitario de la comunidad. “No hay pediatras en La Bañeza, ni oncólogos en El Bierzo, ni bajan las listas de espera”, enfatiza, y concluye con una crítica directa: “No se arregla todo esto con más facultades de Medicina. Ni se beneficia al sector público poniéndole alfombras a las empresas privadas, por muy católicas que estas sean.”
La llegada de la UCAV al Bierzo se produce, así, entre la preocupación por el debilitamiento de la universidad pública y la sospecha de una estrategia política más centrada en los intereses privados que en el fortalecimiento del sistema educativo y sanitario regional.
