No imagino mi vida si no estuviera todos los días enfrentándome a descubrir cosas nuevas: Gerardo Torres del Castillo

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Es autor de alrededor de 170 artículos y libros sobre Matemáticas

Gerardo Torres del Castillo es profesor investigador del Departamento de Matemáticas en el Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP). Su investigación se centra en el estudio de la relatividad, mecánica clásica, teoría electromagnética y mecánica cuántica; es decir, en la Física Matemática. Es autor de alrededor de 170 artículos y libros sobre Matemáticas. Fue galardonado con el Premio de la Academia Mexicana de Ciencias, en Ciencias Exactas, y la Institución le otorgó la Medalla “Francisco Javier Clavijero”.

          “A estas alturas no me imagino cómo sería mi vida si no estuviera todos los días enfrentándome a descubrir cosas nuevas”, indica el académico, nivel III del Sistema Nacional de Investigadores.

Sus ojos claros revelan una mirada tranquila. Su curiosidad por aprender lo llevó a los libros técnicos y científicos. En ese camino hubo una constante: el firmamento. Las primeras civilizaciones se preguntaron qué era y cómo podían entenderlo. Esas fueron las mismas interrogantes en la infancia del doctor Gerardo Torres del Castillo, quien desde la azotea de su casa pasaba horas en vela, incluso frío, para mirar las estrellas y entender la magnitud y significado del Universo.

          “Inicialmente mi idea era dedicarme a la ingeniería, pero lo que me resultaba más atractivo y apasionante eran cosas que se ven menos prácticas y aplicadas, pero que sonaban interesantes, como entender qué es el cielo”. Ese deseo lo motivó a ser astrofísico o astrónomo; antes tenía que estudiar Física. Ese fue el motivo para cursar esta licenciatura.

– ¿Continúa observando el cielo?

– Sí, pero ahora lo veo con otros ojos. Como los primeros hombres en la Tierra, trato de entender y explicarme lo que ahí está.

          Ya en la carrera, se relacionó estrechamente con las Matemáticas y a partir de ahí vinculó las dos ciencias. “Las Matemáticas han sido una disciplina un tanto lateral, no exactamente mi objetivo principal de estudio o trabajo, pero el punto es que las dos se complementan y siempre he mantenido el interés de estudiar continuamente ambas”.

          Tras dedicarse exclusivamente durante algunos años a la relatividad general, diversificó su objeto de indagación. Actualmente se centra en la física matemática con relación a la mecánica clásica y cuántica, así como a la teoría electromagnética.

          Tapatío de nacimiento, el doctor Torres del Castillo ha escrito alrededor de 170 artículos científicos. Sus charlas con estudiantes, clases y encuentros con sus pares son su principal fuente de reflexión sobre dilemas teóricos que derivan en artículos o investigaciones. “Estoy abierto a las ideas que pueden surgir todos los días”, refiere.

          Ha sido distinguido con el Premio de la Academia Mexicana de Ciencias, en Ciencias Exactas, y la Medalla “Francisco Javier Clavijero” de la Máxima Casa de Estudios en Puebla. Un premio lleva su nombre: “Doctor Gerardo Torres del Castillo”, instituido por la Universidad Politécnica de Puebla en 2008. Actualmente es nivel III del Sistema Nacional de Investigadores.

          Su labor no se centra únicamente en las aulas. Desde hace algunos años, se dedica al trabajo voluntario. Junto con su esposa, fundó la asociación civil Donadores Altruistas de Puebla, cuya intención era promover la donación de sangre, pero con el tiempo amplió sus tareas y ahora brinda apoyo a las familias de los enfermos del Hospital del Niño Poblano. “Los viernes me toca ir a servir la cena al hospital…También colaboro en recolectar material reciclable para conseguir fondos”, comenta.

La capacidad es similar

Su padre fue maestro federal, por lo cual cambió de residencia constantemente, de Guadalajara a León y de ahí a Puebla, ciudad en la que ha permanecido desde los 15 años y desde entonces poco se ha ausentado de la misma.

          Torres del Castillo realizó estudios de Licenciatura en Física en la BUAP. Su llegada a la angelópolis fue una suerte, en ese entonces eran contados los lugares del país que ofertaban estudios de Física o Matemáticas.

          Se graduó como maestro y doctor en Ciencias en el Cinvestav, del IPN. En su caso, la universidad pública desempeñó un papel decisivo. “Mi familia no podría haber sostenido mis estudios sin la universidad pública. Es bueno que en nuestro país esté al alcance de todos”, afirma.

          Sus estudios de posgrado estuvieron encaminados a la teoría de Einstein: la gravitación, bajo la asesoría del doctor Jerzy Franciszek Plebański, especialista en el campo de la relatividad general. Posteriormente realizó una estancia posdoctoral de un año con Roger Penrose, en la Universidad de Oxford, en Reino Unido.

– ¿En su estancia tuvo alguna dificultad en cuanto al nivel de su formación académica?

– Uno podría tener la idea de que los estudiantes o investigadores en otro lugar del mundo son más desarrollados. Uno finalmente se da cuenta que somos básicamente iguales, lo único que difiere es el ambiente de trabajo, pero la capacidad es similar.

          La publicación de libros no fue un asunto planeado. Los libros 3-D Spinors Spin-Weighted Functions and their Applications y Spinors in four-dimensional spaces presentan una herramienta matemática utilizada en la Física, un tema poco tratado en la literatura, de manera completa y accesible. Además, Differentiable manifolds, publicado en 2012, es de los textos más consultados en el área de matemáticas, con más de 14 mil descargas en el sitio web de la editorial Springer Science+Business Media. Sus tres obras fueron publicadas en la Editorial Birkhäuser.

El placer por descubrir cosas nuevas

– ¿Cuál es uno de sus aprendizajes de vida más significativos?

– Yo diría que esto que uno hace todos los días y estar en contacto con los estudiantes. A estas alturas no me imagino cómo sería mi vida si no estuviera todos los días enfrentándome a descubrir cosas nuevas.

          Para el académico del ICUAP la ciencia desempeña un papel fundamental, el único obstáculo es trascender de la teoría a la aplicación, con el fin de mejorar las condiciones de vida de la sociedad.

           “Yo creo que estas áreas, Física y Matemáticas, son los pilares del conocimiento. Es importante que se fortalezcan, desarrollen y enseñen a los jóvenes que serán los futuros ingenieros o científicos. La investigación en todas estas áreas coadyuva al conocimiento global de la humanidad. Son cosas que tarde o temprano se suman en pequeña medida a todo el conocimiento que hemos venido acumulando a lo largo de siglos como humanidad”.

          Desde 1979, el doctor Gerardo Torres es docente en la Máxima Casa de Estudios en Puebla. Desde entonces, este tiempo acumulado se traduce en experiencias, en un trabajo que puede realizar desde cualquier lugar con un pedazo de papel y lápiz en mano.

          La investigación y la docencia absorben la mayoría de su tiempo. “No me imagino haciendo otra cosa, por lo menos no de una manera tan placentera, como lo es trabajar en investigación y docencia, que se complementan armoniosamente”, confiesa el académico de la BUAP, para quien su trabajo está motivado por las preguntas de sus estudiantes.