La indignación hacia la violencia de género y los feminicidios aumenta como consecuencia de la insensibilidad manifestada por algunos medios de comunicación y autoridades.
La violencia de género en México es insostenible. Así lo manifiestan diferentes grupos feministas que, día tras día, exigen justicia y el cese a las agresiones por el simple hecho de ser mujer. La cita a la que convocaron varios de estos colectivos fue a realizar un minuto de silencio en solidaridad con las hermanas finadas, al tiempo que se les recordaba con un pase de lista.
La IBERO Puebla atendió este llamado. La Mtra. Rosario Arrambide González, directora del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, S.J., recordó que las cifras no han hecho sino crecer desde el año 2015. “En 2019, se presentaron 79 posibles casos de feminicidio en Puebla, los cuales forman parte de los 976 crímenes de género de esta naturaleza en todo el país.”
Se ensancha la estadística, pero también la brutalidad de los actos. Para la alumna Allison Teresa Madrid Perry, los medios de comunicación no han cumplido con sus obligaciones para con la sociedad. En su lugar, han difundido contenido sensible que violenta la dignidad de las víctimas.
Fue la misma estudiante quien encabezó el minuto de silencio: sesenta segundos que encapsularon el torbellino de emociones y frustraciones, pero también esperanzas, que predominan en la sociedad mexicana en tiempos recientes. Posterior al acto solemne, se llevó a cabo el pase de lista de las víctimas de feminicidio en 2019.
Ingrid Escamilla se ha convertido en un símbolo de la violencia de género, su operación sistemática y la forma en que la sociedad puede y debe reaccionar ante estos actos. La Mtra. Aurora Berlanga Álvarez, directora del Centro Intercultural de Reflexión y Acción Social (CIRAS), dio lectura a un poema de Jesús Antonio Rodríguez “Frino“ que retrata la situación actual de México con el caso Ingrid como eje central.
Con la consigna “ni una más, ni una más, ni una asesinada más” entonada un par de ocasiones, concluyó la breve ceremonia que contó con representantes de la Comunidad IBERO: académicos, profesores, estudiantes de licenciatura y preparatoria. La mayoría, con camisetas color luto; varias más, con el naranja antiviolencia de género; todas y todos, con las mismas palabras en mente y corazón: YA BASTA.