El caso del General Salvador Cienfuegos es un tema inédito con un escenario muy particular, en donde en la situación caótica que se vive en Estados Unidos por su política interna se agrega la detención de este personaje clave en la seguridad nacional para México.
En los últimos tiempos no se había registrado la detención de un secretario de la Defensa, se habían presentado casos de generales investigados e incluso arrestados, pero de un secretario de Defensa es la primera vez que se da en las últimas décadas, señaló Herminio Sánchez de la Barquera y Arroyo, Decano de Ciencias Sociales de la UPAEP.
Dijo que este asunto lo que denota es una falta de comunicación entre el gobierno de los Estados Unidos con el gobierno de México y una gran desconfianza por parte de los norteamericanos frente al estado mexicano.
Manifestó, “considero que fue una mala jugada de la Agencia de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), algo está pasando en su interior que no cuadra, y todo parece señalar que también no hay una buena comunicación entre las agencias de seguridad de los Estados Unidos, lo cual es un reflejo del caos no sólo del gobierno de Donald Trump, sino también del final caótico de su gobierno”.
Por su parte, Derzu Daniel Ramírez Ortiz, catedrático de la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la UPAEP, dijo que entre México y Estados Unidos existe un mercado económico binacional de drogas desde hace décadas y que no se le reconoce como tal y tampoco se ha regulado.
Advirtió que para abordar este fenómeno económico se tiene que atender desde la raíz si realmente se quieren hacer bien las cosas, ya que es indudable que en México existen organizaciones criminales que juegan ese papel de producir, exportar y distribuir ilegalmente drogas a un mercado muy grande de consumidores que está en los Estados Unidos y sin embargo, en lugar de que ambas naciones atiendan esta problemática, sólo se ha abordado desde un solo lado, del lado de la oferta, es decir, desde las organizaciones productoras de la droga.
Por ello, comentó que es de todos conocida la presencia de agencias de investigación de los Estados Unidos en nuestro país, que han trabajado en debilitar estas organizaciones criminales que exportan la droga hacia el país del norte; agregó que la operación de estas corporaciones de inteligencia estadounidense en nuestro país, principalmente de la DEA, siempre se ha hecho en la opacidad, con una falta de transparencia bastante notable”.
Ramírez Ortiz señaló que el ejército Mexicano es una
institución “celosa” de que las agencias estadounidenses operen en nuestro país
desde muchas décadas atrás.
Sin embargo a partir del 2008, con la iniciativa Mérida, acuerdo binacional
entre Estados Unidos y México, y que ha sido uno de los acuerdos más
importantes de colaboración financiera y de inteligencia para combatir al
crimen y al narcotráfico, se hablaba de una relación de mayor confianza y
coordinación entre ambos países para combatir este problema, reiteró Derzu
Ramírez.
Y ahora con la detención del General Salvador Cienfuegos, esta racha de colaboración mutua entre ambas naciones se rompió, al hacerse sin ningún tipo de aviso previo entre los dos gobiernos.
Por lo tanto, indicó que no hay información suficiente hasta el momento para poder señalar si realmente había acusaciones sólidas en contra del General Cienfuegos Zepeda.
Apuntó que desde el punto de vista político, en la liberación del General Salvador Cienfuegos imperaron los cálculos políticos del gobierno de Estados Unidos en el sentido de no perjudicar más en el largo y mediano plazo la relación diplomática con México y la colaboración con el ejército mexicano.
Expresó que el gobierno mexicano con esta situación, tendrá que replantear la agenda y los términos de colaboración en cuestiones de narcotráfico y seguridad con los Estados Unidos. Y en el caso del General Cienfuegos, el gobierno mexicano tendrá que decidir si resolverá el caso por medio del estado de derecho y comenzar un proceso jurídico en contra del General o resolverlo por consideraciones políticas y sobre todo por el rol importante que representa el ejército mexicano en el tablero político del gobierno de la cuarta transformación.
En su intervención, Valente Tallabs González, director de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno de la UPAEP, advirtió que el presidente de México en un primer momento trató de desacreditarlo y le hicieron recapacitar que esta acción lo perjudicaba en su proyecto de nación, porque cabe señalar que “muchas de sus acciones políticas y de plan de desarrollo están sustentadas en las fuerzas armadas, no convenía una información o un caso de esta naturaleza que manchara la confianza que se tiene a nivel político y a nivel social en las fuerzas armadas”.
Tallabs González acotó que este giro de 180 grados con respecto a la posición de AMLO con relación al caso del General Salvador Cienfuegos, es admitir que es estratégico frente al combate del crimen organizado contar con la participación del ejército mexicano y que sin ellos, no se podría hacer frente, aunque esta decisión traiciona un poco su política social de campaña y a algunos de sus principales seguidores en donde éstos se ven traicionados por su cambio de discurso y estrategia.
(Redacción)