El proyecto considera tres áreas dedicados al arte y la cultura
La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, entregó al pleno de la LX Legislatura el proyecto para la creación del “Centro Cultural Universitario” en el inmueble de reforma 710, conocido como el Hospicio, el cual fue propuesto al ejecutivo para su donación a la BUAP tras ser rechazada la iniciativa en el que se planteaba la enajenación del inmueble.
El proyecto se entregó por escrito a los diputados del Congreso del Estado para su análisis y evaluación y contiene los planteamientos para la creación del Centro Metropolitano de la Cultura y las Artes de la BUAP, el laboratorio de Preservación del Patrimonio Histórico Material y las Salas Exclusivas de las Compañías Artísticas del Complejo Cultural Universitario.
El planteamiento además considera integrar al inmueble del Hospicio, en la propuesta del Barrio Universitario en el que se concentran los 46 edificios propiedad de la BUAP ubicados en el centro histórico de la ciudad de Puebla.
El proyecto está diseñado para ser ejecutado en el predio que cuenta con una extensión de 8 mil 426.18 metros cuadrados, que conforman los inmuebles ubicados en la avenida Reforma 702, 710, 716 y 722 de acuerdo con la asignación catastral, en donde se albergaron las oficinas del Programa de Atención y Fortalecimiento a Municipios, la Escuela Primaria Carmen Serdán, Bachillerato General Máximo Serdán y Casa del Niño.
Cabe mencionar que a pesar de que el Gobierno del Estado, invirtió más de 26 millones 700 mil pesos en ese inmueble, hoy para las autoridades representa un mayor beneficio el enajenarlo a título oneroso, en lugar de repararlo, pues se pretende venderlo a un grupo de empresarios para construir una plaza comercial, según ha quedado constancia en las discusiones de las comisiones.
La recuperación de este inmueble significa retomar la vocación del espacio educativo y cultural que caracterizó a lo que fue la segunda ciudad en importancia en el Virreinato de la Nueva España, establece el proyecto. Este conjunto arquitectónico toma especial relevancia, porque formó parte del circuito de colegios de la orden Jesuita que iniciaba en el Colegio del Espíritu Santo (edificio Carolino) y concluye en el edificio de San Javier destinado a la formación religiosa de indígenas.
El proyecto fue recibido por la mesa directiva y turnado a la Comisión de Hacienda y Patrimonio Municipal para su estudio, análisis y dictaminación.