Científicos de la BUAP del grupo de Altas Energías de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, quienes colaboran en el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), han desarrollado un prototipo de ventilador mecánico invasivo, el cual se distingue por su manufactura económica, alta precisión y fácil manejo operativo, con respecto a los comerciales hoy utilizados en pacientes hospitalizados por COVID-19. Cabe destacar que este aporte científico se encuentra a disposición de las empresas interesadas en producirlo en serie para enfrentar de mejor manera la situación que atraviesa el mundo ante la pandemia.
Por su parte, el Rector Alfonso Esparza refrendó el apoyo para concretar la producción en serie de esta innovación, al equipo de investigadores de la BUAP que participan, los doctores Arturo Fernández Téllez, Guillermo Tejeda Muñoz, Tonatiuh García Chávez, Emigdio Jiménez Domínguez, Mario Iván Martínez Hernández, David Régules Medel, Saúl Rodríguez Ramírez y Mario Rodríguez Cahuantzi.
Entre sus ventajas destacan el costo más bajo en relación con los ventiladores comerciales, el manejo sencillo en su operación y una alta precisión en el sistema neumático para facilitar el ciclo de respiración del paciente, además de que se incluye un monitoreo en el ciclo de respiración, pues hay los que no cuentan con las herramientas para observar en tiempo real el suministro de aire que se envía al paciente.
El doctor Arturo Fernández Téllez, quien lidera este equipo de la BUAP, explicó que esta colaboración inició el año pasado, cuando se integraron al grupo CERN contra COVID, cuyo objetivo es desarrollar el HEV (High Energy Ventilator), un ventilador de alta calidad a un menor costo, que podría emplearse para pacientes con COVID-19 y liberar así máquinas de muy alta gama para los casos más intensivos.
En esta colaboración participan científicos de al menos 12 instituciones que están integrados a proyectos del CERN, así como un equipo de especialistas en el área de Medicina. En el caso del prototipo que se diseña en el Laboratorio de Partículas de la BUAP, Fernández Téllez señaló que cuenta con financiamiento de la BUAP, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concytep) y el CERN.
Respecto a la contribución más destacada del grupo de la BUAP, el doctor Fernández Téllez refirió que su trabajo se enfocó al cálculo del volumen de suministro de aire que se incorpora al sistema de ventilación, así como al desarrollo de software y a la instalación del sistema electrónico y las pruebas de desempeño en el prototipo.
Actualmente, el doctor Fernández Téllez se encuentra con el estudiante de doctorado Saúl A. Rodríguez Ramírez, en el CERN, en Ginebra, para trabajar en las mejoras del prototipo que ahí construyen, para transmitirlas al que se desarrolla en la BUAP. Lo mismo sucede con el prototipo del Tecnológico de Zurich (EHT Zurich) y el de la Universidad Federal de Río de Janeiro.
“Ya se concluyó la etapa de construcción y pruebas, ahora vienen la etapa de certificación ante la Cofepris, lo que exige una serie de ensayos mecánicos, electrónicos, de resistencia, entre otros, para probar su eficiencia y dar paso a la fabricación a través de una empresa que realice la producción masiva; pero estamos seguros de su funcionamiento y eficacia”.
Finalmente, el doctor Fernández Téllez refirió que este desarrollo obedece a las dramáticas condiciones mundiales que impuso el COVID-19, de ahí que se coordinaran especialistas del CERN, quienes manejan muy bien los temas de flujos de aire y de sistemas de ventilación, sumando así el conocimiento de especialistas médicos, tecnólogos en electrónica y computación, todo en respuesta a una urgencia social y sanitaria.