Más de cuarenta audiencias han transcurrido en el proceso contra Joaquín «Chapo» Guzmán, que ha sumergido a la sala del tribunal de Nueva York en el violento y corrupto mundo del narcotráfico en México.
¿Quien es Joaquín «Chapo» Guzmán?
Al iniciarse el proceso contra el Chapo, el fiscal federal Adam Fels, que dirigió la investigación, presentó al narcotraficante mexicano de 61 años de edad, como el líder de la mayor organización criminal del mundo, que logró traficar a Estados Unidos cientos de toneladas de droga. «Por cada tonelada que se incautó logró tener éxito con otras cien», dijo. También explicó que Joaquín Guzmán Loera envió a sus sicarios a arrasar a sus competidores, librando guerras con viejos aliados, incluyendo sus propios primos.
El Chapo Guzmán es considerado uno de los hombres más ricos del mundo. A lo largo de tres décadas, el capo de la droga convirtió al cártel de Sinaloa en una de las organizaciones criminales más poderosas, con beneficios de miles de millones de dólares. Ese cártel fue fundado en 1989 en Culiacán, Sinaloa, en el norte de México. Su alias, Chapo, alude a su baja estatura.
¿De qué se le acusa?
El Chapo es procesado por 17 delitos relacionados con narcotráfico que podrían conducir a una condena de cadena perpetua. La fiscalía cuenta con unos 300.000 documentos de evidencia para probar que el narcotraficante lideró la organización criminal de manera despiadada, a través de asesinatos, secuestro y tortura de rivales e incluso de familiares, al traficar cientos de toneladas de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana a Estados Unidos.
Se le acusa de tráfico y posesión de armas, así como de blanqueo de miles de millones de dólares. Fels mostró una fotografía de una pistola con diamantes incrustados, la preferida del narcotraficante apodado el Rápido, por la mafia colombiana, por la velocidad con la que movía los cargamentos de droga.
¿Dónde tiene lugar el proceso?
El juicio contra el mayor narcotraficante mexicano comenzó el 13 de noviembre pasado en medio de extremas medidas de seguridad. Para evitar tener que cerrar a diario el puente de Brooklyn, se alojó al acusado en una celda dentro del Tribunal debido a que está formalmente recluído en una prisión de Manhattan. Un jurado popular integrado por 12 titulares y seis suplentes, es acompañado en su trayecto al tribunal por guardias armados. Se espera un veredicto entre febrero y marzo próximos. El juzgado es presidido por el juez Brian M. Cogan.
El proceso, en el octavo piso del edificio del tribunal federal de Brooklyn, se ha convertido en un espectáculo en el que han desfilado testigos protegidos que buscan mejorar su situación a través sus declaraciones, que dan cuenta de la crueldad y voracidad por el dinero, máximos de la siniestra organización durante más de un cuarto de siglo para imponer su dominio.
¿Quienes han sido llamados a declarar?
Una docena de testigos protegidos han comparecido hasta ahora, la mayoría se encuentran bajo custodia de la Justicia estadounidense, acusados por delitos de narcotráfico. Sus testimonios son muy peligrosos para el acusado, por lo que sus nombres han sido secretos hasta el momento de su declaración para evitar que sean asesinados. Entre los testigos estrella figuran Jesús Zambada García, alias el Rey, quien fuera jefe del cártel de Sinaloa en Ciudad de México hasta su detención, hace diez años.
Vicente Zambada Niebla, alias el Vicentillo, hijo del actual líder del cártel de Sinaloa, traicionó a su padre al revelar detalles sobre los envíos de droga y los sobornos que realizaba el cártel en México, de un monto de un millón de dólares al mes. El colombiano Alex Cifuentes Villa, colaborador del Chapo, acusó al expresidente Enrique Peña Nieto de haber recibido 100 millones de dólares de la organización criminal, poco antes de llegar a la presidencia, en 2012.
El narcotraficante colombiano, Juan Carlos Ramírez Abadía, alias Chupeta, considerado el mayor distribuidor de cocaína tras la muerte de Pablo Escobar, alardeó de que su cocaína era la mejor del mundo y no tuvo reparos al confesar que asesinó a 150 rivales a lo largo de dos décadas, lo que le permitió traficar unas 500 toneladas de cocaína, sobre todo a través del cártel de Sinaloa, que pedía más dinero que los demás, pero aseguraba los cargamentos.
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